El ambiente primaveral que se vivía ayer entorno a la romería de la Virgen del Aviso obligó a muchos de los romeros a la puesta a punto del «kit de supervivencia» en cuanto a sombrillas y enseres de campo. «Desde el año pasado, que lo guardamos, no lo habíamos vuelto a sacar». Y es que los termómetros superaban los veinte grados ya a mediodía en una zona, la pradera de Bamba, que lucía ayer perfectamente segada y acondicionada para que las gentes de al comarca del Vino disfrutasen a gusto del Lunes de Pascua de Pentecostés.

Como cada año la festividad comenzaba con las misas a las que acudían vecinos de Villalazán, Villaralbo y Moraleja, antes de la misma mayor que tenía lugar a las doce y media de la mañana y que en esta ocasión estuvo presidida por el obispo de la diócesis de Zamora Gregorio Martínez Sacristán y siete sacerdotes más, entre ellos el arcipreste de la comarca del Vino, Antonio Jesús Martín de Lera, que oficiaba al lado del prelado y el cura de Bamba, Miguel Herrero.

«Celebremos el misterio de la fe bajo el signo del amor y la amistad,...» cantaba el coro parroquial antes de iniciarse la eucaristía en el templo de San Juan Bautista, que se quedó pequeño para albergar a tantos fieles que con devoción cumplieron con la cita religiosa y con la posterior adoración de las prendas de la Virgen, el paseo hasta el camarín para besar el manto y el rosario de la imagen mariana que presidía el altar, es esta edición vestida con un fino manto color marfil bordado en hilo de oro.

La imagen que se encuentra en la iglesia de Bamba muestra a la Virgen con su hijo en brazos. De estilo gótico, fue cincelada en piedra mollar a finales del siglo XIV. Antiguamente, cuentan los lugareños, La Virgen del Viso era trasladada a Zamora acompañada por todas las cofradías y estandartes de la Tierra del Vino, donde se unía con la de la Hiniesta.

La corporación municipal de Madridanos, encabezada por el alcalde, Ángel Hidalgo Sánchez, ocupaba los primeros puestos en una iglesia que contó con la presencia entre otros de fieles de Arcenillas, Casaseca de las Chanas, Madridanos y su anejo Bamba, Moraleja del Vino, Sanzoles, Villalazán y Villaralbo, los ocho pueblos donde ayer también era festivo por celebrar a la patrona de la comarca.

Fuera ya de los actos religiosos, la campa por donde discurre del arroyo Aribayos acogía a centenares de personas que degustaban en clave de amistad y solidaridad las viandas típicas de un día de campo entre las que no faltaban la tortilla española, los pimientos fritos o el fiambre en un espacio en el que también las típicas casetas de hostelería registraban buena afluencia de clientes desde primeras horas de la mañana, debido a lo bonancible de la climatología.

En este mismo lugar, y ya por la tarde, se celebraba la verbena popular que amenizó la merienda de los romeros hasta media noche.