La clausura de los basureros de los pueblos alistanos de Alcañices, Figueruela, Mahíde, Rábano de aliste y San Vitero, aunque sujetos a la disponibilidad de fondos, tendrá un coste de 563.743 euros).

El Plan de Clausura y Sellado de Vertederos de residuos urbanos, que desarrolla la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, entra en su última etapa al haberse ejecutado ya cerca de nueve de cada diez proyectos. Estas actuaciones, ya concluidas, han supuesto una inversión superior a los 104 millones de euros. Además, el Ejecutivo autonómico ha contratado otras siete intervenciones para cerrar ocho basureros y restaurar su entorno en municipios con unos 37.000 habitantes.

El Gobierno autonómico ha acometido el sellado de 451 vertederos, lo que ha supuesto una inversión global de 104,3 millones de euros, que acapararon León (20,5 millones), Ávila (19,97 millones) y Segovia (11,13 millones). Menos cuantiosas han sido las inversiones de Zamora (9,46 millones), Valladolid (8,77 millones), Burgos (6,26 millones) y Soria (3,62 millones). Por actuaciones, en la provincia abulense se llevaron a cabo 121; en la burgalesa, 37; en la leonesa, 63; en la palentina, 54; en la salmantina, 33; en la segoviana, 38; en la soriana, 29; en la vallisoletana, 24, y en la zamorana, 52.

Estas actuaciones, que forman parte de la Estrategia Regional de Desarrollo Sostenible de Castilla y León 2009-2014 y del Plan de Residuos Urbanos y de Envases de Castilla y León 2005-2010, pretenden garantizar la recuperación ambiental de estos entornos y la recogida de líquidos derivados de los residuos urbanos para evitar la contaminación de los terrenos adyacentes y los acuíferos de la zona.

Además, el sistema de tratamiento garantiza la protección de la calidad ambiental de suelo, aguas superficiales y subterráneas, atmósfera, flora, fauna, paisaje, usos del suelo y demás impactos producidos por la presencia de residuos urbanos.

La Consejería de Antonio Silván tiene previsto aprobar el nuevo Plan Integrado de Gestión de Residuos en Castilla y León. Esta estrategia autonómica apostará por la prevención, incorporará los conceptos de subproducto y el de pérdida de la condición de residuo e introducirá la valorización energética como fase previa a la generación del rechazo final.