Las organizaciones agrarias Alianza por la Unidad del Campo, integrada por UPA y COAG, así como Asaja Valladolid solicitan que los agricultores dedicados al cultivo de alfalfa ecotipo Tierra de Campos puedan segar y recolectar más allá del 15 de mayo, fecha tope que fija una orden de la Consejería de Agricultura para determinadas zonas de protección especial para las aves (ZEPA) de la Red Natura 2000 y que los agricultores deben cumplir para recibir la ayuda agroambiental destinada a este cultivo. En concreto, afecta a parcelas de la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila y de la ZEPA de la comarca de Tierra de Campos, a las de La Nava-Campos Norte, La Nava-Campos Sur, Penillanuras, Campos Norte, Penillanuras-Campos Sur y Tierra del Pan.

Para las OPAs, las persistentes lluvias de los últimos días impiden acceder a las fincas en parcelas acogidas al compromiso agroambiental. Por ello, «dado que la medida está suficientemente justificada», piden a la Consejería que se permita realizar la siega de la alfalfa en fecha posterior al 15 de mayo, estableciéndose una nueva con un margen prudencial que permita las óptimas labores de siega y recolección.

Desde Asaja Valladolid se pide que la fecha tope para la siega se prorrogue hasta el 31 de mayo, ya que el retraso de las lluvias ha provocado que el cultivo, sujeto a ayuda agroambiental, esté poco desarrollado y necesite unos 15 días más para que se aproveche totalmente el primer corte.

«La alfalfa, para aprovechar bien el primer corte, necesita entre unos 15 y 20 días más en el campo, mínimo hasta el 31 de mayo. Aspecto que cobra mayor importancia la escasez de pastos que sufre el campo y que esta poniendo en una situación muy difícil a los ganaderos», indicaron desde Asaja. Para recibir la ayuda, el agricultor debe limitar la siega -no más de dos cortes y no segar desde la puesta de sol hasta el amanecer ni desde el 15 de mayo hasta el 1 de julio-; dejar sin cosechar al menos el 5% de la superficie de alfalfa acogida a la ayuda en forma de linderas de anchura mínima de tres metros, lo que permite el aprovechamiento y refugio de aves; y la parcela debe estar situada a más de 400 metros del límite de zona urbana, a más de 200 metros de carreteras, y no tener cerca tendidos eléctricos.