Las negociaciones entre Mercosur y la UE están muy avanzadas. Sobre la mesa, la libertad para inundar de carne americana los mercados europeos, a precios más bajos, eso sí, a los que se pagan aquí en origen. Si las negociaciones avanzan como se espera, la carne de vacuno argentino llenará las cámaras españolas. Consecuencia inmediata será la caía de precios en España y los perjuicios para este subsector pecuario, casi el único que en la actualidad está obteniendo beneficios gracias a las ventas de producto español a los países árabes.

En el fondo de la cuestión, las grandes diferencias en la aplicación de las exigencias legales en los países de la UE y en el resto. Los productos de países terceros juegan con condiciones mucho más ventajosas que los producidos en Europa.

En los países de la zona de Mercosur (también en el resto de los que venden productos a la UE) las exigencias sanitarias, medioambientales, laborales y de bienestar animal son menores o prácticamente no existen en algunos casos. Esto hace posible que los rendimientos se incrementen considerablemente y también los beneficios.

Los ganaderos de la UE se quejan de que no pueden competir con los foráneos, ya que en el ámbito europeo los gastos de producción son mucho más altos debido a las múltiples exigencias legales. Esta circunstancia está haciendo que desaparezcan muchas explotaciones por falta de rentabilidad. Estas pérdidas se compensan con las ayudas PAC, aunque nunca llegan para cubrir los perjuicios ocasionados.