Villamayor de Campos.- Los vecinos de la localidad de Villamayor de Campos piden la retirada de un transformador eléctrico por el aumento de casos de cáncer en el pueblo.

Según ha podido saber este periódico, la enfermedad ha atacado principalmente a personas jóvenes y mayores que viven alrededor o muy próximas a estas instalaciones. A tal efecto se ha creado una asociación de vecinos que pretende solucionar dicho problema «dada la gran psicósis existente» y ha remitido varias cartas explicando la caótica situación a diferentes estamentos regionales y nacionales.

El tranformador, según fuentes vecinales, se instaló hace varios años en el pueblo con la ya clara oposición de los vecinos. Tras el aumento de los casos de la enfermedad en el municipio se solicitó a Iberdrola que lo quitase y que a su vez, realizará una serie de mediciones para demostrar que las instalaciones eran seguras para la salud pública. Sin embargo, la empresa aseguró que «todo funcionaba bien, que las mediciones estaban entre los parametros normales y que no se iba a quitar el transformador».

Posteriormente se ha solicitado un estudio epidemiológico a la consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León y paralelamente el Ayuntamiento ha solicitado los servicios de una empresa privada para realizar las mediciones y contrastar los datos.

Los vecinos han asegurado que la empresa Iberdrola a pesar de todo «no está por la labor de quitarlo, pero apuntó la posibilidad de poderlo soterrar. Esos si, los gastos correrían a cargo del municipio». La alarma ha llegado a tal grado muchas de las familias próximas al transformador y no tan próximas han expresado abiertamente la posibilidad de abandonar el pueblo.

Por su parte, el alcalde de la localidad, Francisco Antonio Sanz Pérez, mantendrá, mañana, una reunión con el jefe de Sanidad de Zamora para tratar sobre el grave problema.

Sin pruebas

La empresa Iberdrola tiene en la actualidad tres transformadores eléctricos en el municipio de Villamayor de Campos. Estas instalaciones están destinadas a transformar la energía que viene de las centrales fluviales con alta y media tensión en una energía de baja tensión destinada al consumo de los hogares, fundamentalmente. La alarma suscitada en la localidad no es nueva y viene a unirse a las de otros municipios españoles de Albacete y Alicante que se encuentran en la misma situación. Así, a pesar de los estudios aunque no está probado que las radiaciones electromagnéticas de los transformadores causen daño a la salud, tampoco está comprobado que sean totalmente inocuas.

La enfermedad ha afectado a jóvenes y mayores que viven en las inmediaciones de las instalaciones.

Iberdrola realiza mediciones y considera que el transformador es seguro y se niega a quitarlo.

Solicitado a Sanidad un estudio epidemiológico de la zona.

Algunos vecinos estudian la posibilidad de abandonar el pueblo.