La Eléctrica de Portugal ha sorprendido a propios y extraños al haber aplicado con gran impacto visual la brocha gorda (máquina) en la presa de Bemposta, situada en el corazón del Parque Natural Arribes del Duero.

Es la primera vez que los responsables de la generación hidroeléctrica deciden decorar los muros de una gran presa y desterrar del campo visual el típico color grisáceo del hormigón, que identifica a las construcciones de esta naturaleza. Además, lo ha hecho optando por un fuerte amarillo que resalta enormemente sobre todo el verde o marrón que viste la orografía del Espacio Protegido.

En algunos puntos concretos del complejo, la Eléctrica ha decidido probar con el rojo fuerte, igualmente o más llamativo.

El ardiente colorido con el que se ha revestido a los distintos muros de la presa y central de Bemposta ha llamado la atención de cuantos visitan el Parque Natural y a cuantos usuarios utilizan este paso fronterizo porque el color salta a la vista en lontananza y desde toda lejanía.

La obra fue ejecutada por una cuadrilla de pintores procedentes de Lisboa, que debidamente asegurados en las cuerdas descendieron por las lisas paredes hasta conseguir cambiar la faz de la presa y de otros frontales.

Fuentes de la Eléctrica afirman que este impresionante barnizado y gusto por la modernidad aplicado en Bemposta «es un experimento» de cara a una presa proyectada en el río Sabor -también en la cuenca del Duero- en un paraje único y una reliquia de la naturaleza, con un patrimonio arquitectónico en las cercanías que ha llevado a la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Hay quien considera que este cromático y nuevo diseño responde a la nueva concepción de la estética que esgrimen los responsables del sector eléctrico, mucho más comprometidos con el aspecto medioambiental y conscientes de que las presas constituyen un elemento no sólo funcional sino también de interés turístico.

Incluso hay quien considera que esta llamativa imagen viene a anunciar «la inauguración» de la ampliación de la potencia efectuada en Bemposta con la puesta en marcha de un nuevo grupo enclavado en las entrañas del roquedo.

Fuentes del complejo, no obstante, afirman no tener conocimiento de que estén previstos, de momento, actos inaugurales.

Existe una satisfacción en el sector eléctrico luso por el hecho de haber concluido las obras dentro de plazo, ya que, la nueva instalación ha entrado en funcionamiento. Han sido cuatro años de intensa labor exterior e interior, con especial consideración a la vida faunística y piscícola del Parque Natural que ha llevado a refrenar las explosiones en momentos de crianza de las especies más vulnerables, como es el caso de la cigüeña negra que anida en los cantiles del arribanzo del Duero.

El fuerte amarillo que viste buena parte de las paredes de hormigón confiere a la instalación hidroeléctrica una estampa visual que contrasta con toda la naturaleza y el entorno que luce el enclave fluvial del Duero. Además, supone toda una novedad en un cañón del Duero salpicado de grandes presas, todas ellas sin más lucimiento que el prestado por el color del hormigón.

La Eléctrica de Portugal ha seguido durante los pasados días culminando su puesta a punto de las compuertas de la presa de Bemposta lo que ha llevado a mantener durante determinadas horas el cierre del tráfico por el paso fronterizo de Fermoselle-Bemposta, cuya carretera recorre la parte superior del muro.

Los usuarios y conductores que llegaban hasta el cierre de la presa no podían menos que observar extrañados, o admirados, la inédita estampa de la presa de Bemposta, que rompía con todos los cánones estilados hasta la fecha en la cuenca fluvial.

Aunque el Parque Natural del Duero tiene un carácter internacional, y existe una colaboración entre el personal zamorano-salmantino y el portugués comprometido con la gestión del Espacio Protegido, es conocido que la vertiente lusa sigue unas pautas mucho más libres y personales, visibles en esta obra pictórica del todo inédita para las presas hidroeléctricas, en el trazado de accesos en la zona y en las construcciones recreativas que los lugareños levantan en sus parcelas a la misma vera del Duero.