El Ayuntamiento de Manzanal de Arriba contará con el primer Centro de Interpretación Apícola que se construirá en la provincia ubicado en el pueblo de Sagallos. El anteproyecto valora la obra en unos 180.000 euros e incluye la construcción de un edificio de nueva planta. La elección del pueblo no es casual ya que Sagallos mantuvo el siglo pasado buena parte de las explotaciones apícolas y de transformación de la cera.

En la actualidad se mantienen cinco pequeñas explotaciones de miel y cera. El municipio en general mantiene hasta una decena de pequeñas producciones familiares y para el autoconsumo de miel que se impulsan desde el años 2006, como uno de los recursos más importantes para este municipio de la Carballeda. La Diputación Provincial dio otro impulso con la aprobación del proyecto. La corporación municipal de Nazario Castedo Bobillo, aprobó a primeros de año la memoria del proyecto elaborado por el arquitecto Carlos Hugo Rodríguez Bollón, para presentarlo ante la institución Provincial para entrar en las líneas de financiación.

El edificio se integrará con la arquitectura popular, con materiales de madera, piedra y pizarra del país, y como edificación evocará el antiguo uso de los lagares. El acceso es frontal a través de una marquesina de madera que imita lo que sería una entrada a una colmena. La distribución interior de la exposición recordará el movimiento de las abejas dentro del panal, en zic-zac. El equipamiento del centro elevará la inversión total a los 200.000 euros, según las previsiones iniciales. El nuevo edificio se construirá anexo a uno de los primitivos lagares de cera reconstruido con fondos europeos de desarrollo, con una antigüedad de más de 100 años, conservando intacta buena parte de la maquinaria: caldera, cepo, redeño, prensa, etc. Santos Romero es la persona que en estos años se ha encargo de explicar cómo era el proceso para la obtención de cera con paciencia.

El centro dividirá las distintas áreas expositivas pro temas, así se expondrá su organización social, hábitos y morfología; una segunda área sobre la evolución histórica de la apicultura y el sistema productivo actual tanto en la obtención de miel como en la transformación de la cera. El centro dispondrá además de un aula de formación para los apicultores o para los usuarios y visitantes del centro.

En el pueblo se mantuvieron hasta finales del pasado siglo dos lagares en los que se trabajaba la cera por métodos tradicionales. El denominado «Lagar de Santos» fue objeto una pequeña restauración con fondos europeos del Grupo de Acción Local comarcal, que funciona como museo de este oficio. El segundo lagar que se mantiene es el conocido como «de Duque». La continuidad entre las dos edificaciones enriquecerá la visita al aula con un lagar real, que pese a las humedades está en buen estado de conservación.

El aula para los vecinos será un reclamo para dar conocer los productos naturales, ya que a lo largo del año se desplazan hasta el pueblo decenas de grupos para conocer el lagar que sirve de muestra de uno de los oficios más antiguos.

La apicultura es una práctica complementaria a la ganadería y el sector servicios aunque en pueblos no muy grandes hay asentadas explotaciones con 500 ó 600 colmenas. Las colmenas tradicionales de corcho han desaparecido para entrar en el futuro aula temáticas y han dejado paso a colmenas de cuadros. Esta zona de la sierra de la Culebra atesora otras pruebas de la importancia de la cera en los pueblos, como los tapiales de Cional donde se ponía a blanquear la cera, o el lagar de Robledo de Sanabria.