«Con mucha ilusión». Así explicaba ayer el alcalde de Trefacio, Jesús Ramos, su estado de ánimo antes de iniciar la tan «aireada y prometida» marcha a pie de 122 kilómetros que le llevará en cinco etapas a Zamora, con el fin de protestar y reclamar apoyo institucional para la deuda municipal.

El regidor recibió en el inicio de su marcha el respaldo de una treintena de vecinos que le han acompañado hasta la salida del pueblo y después ha continuado la marcha en compañía del primer teniente de alcalde, Reza Iranpour, portando ambos chalecos en los que se puede leer «Ruina en Trefacio, culpables J. Sánchez, Diputación y Junta de Castilla y León», y «SOS Trefacio en ruina» y «Trefacio, Justicia ya».

Ramos comentó ante los medios de comunicación que comenzaba su peculiar peregrinaje «con muchos apoyos y mucho ánimo», a la vez que esperaba que «cuando volvamos traigamos alguna solución».

Sin embargo, la posibilidad de que haya una solución, tal y como él pretende, está aún lejana y según confirmó «si no hay solución mi intención es quedarme en Zamora y voy preparado, llevo mi tienda y me encerraré en huelga de hambre y una solución hay que encontrar sea de donde sea. Es imposible abrir el Ayuntamiento. Está cerrado y es imposible que un pueblo tenga el Consistorio cerrado».

Momentos antes de iniciar la partida una vecina le solicitó un certificado de defunción que necesitaba y «no se lo podemos hacer y eso no es así».

Asegura que la reunión con los representantes de la Diputación ha sido el fin de un periplo por las administraciones que comenzó en el mes de agosto con un encuentro con el delegado de la Junta de Castilla y León, Alberto Castro, el cual «me respondió que ellos no tenían ninguna solución», luego con la Subdelegada del Gobierno, que prometio «intentar desbloquear por lo menos el que no nos quitaran los ingresos que recibimos mensualmente de unos 2.000 euros que es con lo que vivimos. Necesitamos ayuda y no vamos a dejar morir el pueblo».

La situación actual del Ayuntamiento de Trefacio se puede resumir en tres palabras «no tiene luz». Sin ella, no funcionan los ordenadores, la impresora, la calefacción y la fotocopiadora. Según pudo comprobar este diario la secretaria está realizando documentos a mano ante la imposibilidad de usas medios tecnológicos. A ello, se une la imposibilidad de poder contratar a alguien para atender al público y para mayor «inri» el municipio no tiene posibilidad de pagar lo que se debe.

Jesús Ramos cubrió ayer la distancia existente entre Trefacio y Mombuey de 37,4 kilómetros, la más larga de todo el recorrido. Hoy recorrerá los 19,5 kilómetros que hay entre Mombuey y Otero de Bodas mientras que la tercera etapa le llevará hasta Tábara tras recorrer 21,1 kilómetros.

El próximo jueves tiene previsto andar los 27,2 kilómetros que separan Tábara de Montamarta y el viernes concluirá la marcha tras andar 17 kilómetros más hasta Zamora.

En el día de ayer aún no había decidido ante qué administración realizará la acampada, aunque si confirmo que «iremos directamente a la Diputación porque es la administración más próxima que existe al ayuntamiento y la que tiene obligación de ayudar a los Consistorios cuando se encuentran en situaciones caóticas y más caótica que la nuestra imposible». Así, pide que la Institución Provincial «ponga lo que tenga de su mano y nos ayude ante otras administraciones, entidades de crédito y las empresas». Ramos volvió a insistir en haber salido «muy decepcionado» de la reunión que mantuvo el pasado viernes en la Diputación y aseguró, respecto a la negociación de la deuda con algunas empresas, que «no voy a firmar algo que el mes que viene no pueda cumplir».

El regidor asegura que, siguiendo la recomendación de los alcaldes del PP de la comarca de dimitir, «a lo mejor si lo hago pero cuando hayamos agotado todas las posibilidades para resolver el problema».

La caótica situación económica del Ayuntamiento de Trefacio salió a la luz cuando Unión Fenosa cortó el suministro al consistorio y a los edificios municipales por una deuda de 37.000 euros. Esa deuda es sólo una parte de los más de 450.000 euros que arrastra el pueblo, en la que se incluye un crédito de 108.000 euros con Caja Rural, 30.000 del Plan Estatal de 2009 a la Administración del Estado, y «más de 20.000 euros de las fiestas del año 2004», según preciso el regidor.