Varios ganaderos de Peñausende propusieron ayer la creación de un recinto de 2.500 hectáreas dedicado al lobo, en un pinar ubicado en la localidad, para evitar los ataques que se han incrementado durante las últimas semanas en esta comarca situada al sur del río Duero, donde el canis lupus no es considerado por el momento una especie cinegética.

La propuesta fue formulada, en declaraciones a la agencia Ical, por Marino Tejedor, quien sufrió la noche del domingo la pérdida de tres ovejas tras un nuevo ataque del lobo en una finca vallada, próxima a la localidad de Tamame. «Tengo una cerca de ocho hilos de alambre y montadas las cañizas pero todo da igual. El lobo llevaba rondando tiempo. Nos fuimos anoche, porque habían estado los cazadores a las palomas y habían tirado mucho, pero nada», se quejó el ganadero. «Si no es por los perros, matan todo el rebaño y, además, los buitres aprovecharon los restos. Nos ha dicho el perito que el buitre está atacando a ganado vivo por más sitios de la comarca», añadió.

El ataque fue denunciado por las organizaciones agrarias Coag y Upa, que exigieron a la Delegación Territorial de la Junta una «actuación inmediata» para el control de la población de lobos asentada en la zona.

En este contexto, y ante los reiterados ataques protagonizados por el canis lupus en Sayago, algunos ganaderos insistieron en la propuesta de restringir la presencia del lobo al extenso pinar mencionado, ya que no parece que se acepte la de circunscribirlo a la Reserva Regional de Caza de la Sierra de la Culebra. «Estamos dispuestos a entregar ovejas y vacas viejas muchos de los ganaderos de por aquí para que esos lobos tengan para comer, siempre que recibamos apoyo y que nos dejen hacer nuestra actividad ganadera en paz», dijo Marino Tejedor a Ical. «Hay que hacer algo porque, si no, nos vamos todos al garete. Si no quieren hacer nada con los lobos, que nos den un sueldo y que se queden ellos con las ovejas. Se las damos con gusto pero de algo tenemos que vivir», concluyó.