Uno de los rescates más largos se registró en el embalse de Agavanzal donde permanecieron más de una semana buscando el cadáver de un joven, y donde contaron con una cámara hiperbárica para facilitar el rastreo.

Algunos de sus miembros ya son veteranos y han participado en rescates curiosos, como en la década de los 90 para recuperar en una de las lagunas de la Sierra Segundera, una cesta de agua desprendida de un helicóptero que recargaba durante las labores de extinción de uno de los innumerables incendios de la zona.

De acuerdo a su reglamento de intervenciones pueden asistir, como parte de dispositivo de vigilancia, a competiciones náuticas o subacuáticas. De ahí que no sea rara su presencia en las regatas del Lago, la prueba deportiva por excelencia en Sanabria.

Otro de los cometidos asignados a los agentes del Geas es practicar diligencias propias de Policía Judicial en el medio acuático, además de reconocer fondos y protección antiterrorista e incluso vigilancia fiscal. Desde la creación del Geas en 1981, la unidad en Castilla y León es algo posterior de 1983, los miembros del Geas han intervenido en más de 200 rescates en las masas de agua de la región. Los rescates en el Lago de Sanabria han sido, afortunadamente, muy escasos.

Este grupo especial dependió a comienzos de su creación del Servicio de Desactivación de Explosivos, pero en 1997 se integró en el Servicio Marítimo. Los diferentes grupos depende de la Unidad de Actividades Subacuáticas (UAS), órgano central del Servicio Marítimo de la Guardia Civil para el cumplimiento de la misión y cometidos.

El despliegue territorial para la unidad que se desplaza hasta Sanabria abarca las provincias de Valladolid, Ávila, León, Zamora, Salamanca, Segovia, Palencia, Soria y Burgos. En las aguas del Lago intervino la unidad especial del Geas de la Guardia Real, precisamente cuando se recordaba el 50 aniversario de la rotura de la Presa de Vega de Tera.