El informe de Medio Ambiente también se repara en el aspecto socioeconómico y etnográfico. Apunta que «la actividad económica de la zona predominan los cultivos de patatas, centeno y, en menor medida, los de maíz, trigo y plantas forrajeras en la zona de Sanabria-Carballeda. En Aliste se cultivan los cereales de bajo rendimiento, prados de siega y pequeños huertos».

La ganadería es la actividad principal con pequeñas explotaciones de ovino, caprino y vacuno, por orden de importancia.

La raza de ovino castellana ha desplazado a la raza churra tradicional. Las cabras, principalmente de raza serrana, han disminuido notablemente. El vacuno para carne, es más rentable, debido al aumento de la demanda de la raza autóctona, alistana-sanabresa, de uso mixto para carne y trabajo. En la Sierra de la Culebra se explotaron antaño minas de hierro, estaño y pizarra. En la actualidad sólo existen pequeñas serrerías.

La arquitectura rural tradicional es digna de preservar con paredes de piedra y tejado de pizarra o paja de "cuelmo". La distribución en dos plantas respondía a su funcionalidad, con acceso a la planta alta desde el exterior por medio de una escalera de piedra. Son construcciones con balconadas de tablas de madera. La planta alta era la vivienda y en la planta baja existen espacios periféricos cubiertos para almacenar la leña y guardar los aperos de labranza.

Los pueblos situados en la carretera local que forma parte del límite norte de la Reserva -Villardeciervos, Cional, Codesal, Sagallos, Manzanal de Arriba y Sandín- conservan casas tradicionales. Los dos conjuntos representativos Santa Cruz de los Cuérragos y Flechas, «a punto de despoblarse, que bien merecen una rápida y efectiva protección».

La vegetación autóctona de roble, melojo, alcornoques (zufreiros) y encina, han sido totalmente transformados por el hombre y por la ganadería extensiva. La actividad repobladora fomentada por el Patrimonio Forestal de Estado y después la sucesivas administraciones forestales, desde Icona hasta la Consejería de Medio Ambiente, repoblaron de las 65.000 hectáreas de la reserva cerca de 40.000 hectáreas con pino silvestre y pináster. Los incendios calcinaron buena parte de esos pinares donde ahora han proliferado brezales en Sanabria y Carballeda, y matorral de jara y genista en Aliste. Todavía se conservan formaciones arbustivas de rebollos y encinas, alcornoques, castaños en las cercanías de los pueblos.