La Guardia Civil ha conseguido detener el pasado 31 de enero, en Candeleda (Ávila), a los presuntos timadores (u operarios de la misma empresa) que unos días antes, el 22, habían estafado casi 3.700 euros a las monjas clarisas de los conventos de Villalpando y Villalobos aparentando ser revisores del gas.

Fueron detenidos por la Guardia Civil tras continuar con el mismo modus operandi y en conventos. Haciéndose pasar por operarios de gas, cobraron facturas por valor de más de 2.500 euros a tres congregaciones religiosas de la provincia de Ávila y lo intentaron en otras once.

Según informó la Comandancia de Ávila, y recoge la agencia Efe, el pasado 31 de enero fueron detenidos F.J.M.A. de 40 años, nacido en Minas de Río Tinto (Huelva) y con domicilio en Islas Baleares, y J.L.D.R., de 26 años, natural y vecino de Sevilla, como consecuencia de las investigaciones iniciadas a raíz de la denuncia de un convento de Arenas de San Pedro (Ávila).

Esa congregación religiosa denunció que dos varones que se identificaron como operarios de una empresa instaladora de gas les comunicaron que debían realizar la revisión del gas y que después de realizar el trabajo les extendieron una factura de 1.125,97 euros. Posteriormente, se recibió una llamada en el Puesto de la Guardia Civil de Candeleda (Ávila), avisando de que se encontraban en otra congregación religiosa dos operarios de gas que intentaban realizarles revisión, y al desplazarse los agentes, comprobaron que se trataba de falsos operarios de gas, por lo que procedieron a su detención.

El modo de operar consistía en buscar víctimas a las que realizar innecesarias revisiones y el mantenimiento de las instalaciones del gas, principalmente en congregaciones religiosas, y para ello alquilaban un coche a nombre de la empresa que supuestamente les tenía contratados.

Los dos detenidos realizaban llamadas telefónicas a las futuras víctimas, informándoles de que en las próximas horas se personarían para realizar una revisión o mantenimiento de la instalación de gas, descartándolo si se mostraba desconfianza. Para la estafa, llevaban consigo manguitos o mangueras de conducción de gas, caducados, con el fin de mostrarlos a las víctimas una vez simulado el trabajo que teóricamente habían realizado.

De las investigaciones realizadas se ha podido constatar que han efectuado revisiones de gas y realizado el cobro de las mismas en tres entidades religiosas de Arenas de San Pedro, por valor de 1.125 euros; Gotarrendura, por valor de 771 euros y Chamartín, por valor de 743 euros.

También llegaron a ponerse en contacto telefónico o se personaron en otras dos sedes religiosas de Arenas de San Pedro, cuatro de Ávila capital y una de Candeleda, Fontiveros, Piedrahíta, Madrigal de las Altas Torres, Navalonguilla y Piedralaves, aunque no llegaron a lograr la estafa.

Sor Josefa, del cenobio de Villalpando, había denunciado el caso ante la Guardia Civil para que se enteran los demás aunque, según dijo, «sé que no voy a conseguir nada». Incluso deseó que Dios perdone» a los estafadores. Sor Encarnación, del convento de Villalobos, señaló entonces que uno tenía acento «como extremeño o cacereño». Las monjas de Villanueva de Azoague evitaron el robo por la desconfianza.