Puebla de Sanabria.- - ¿Cómo surgió la idea de hacer estas reuniones para bordar a punto de cruz?

- Cuando dejamos el País Vasco y vinimos aquí comencé a hacer en casa un cuadro de la Virgen y el Niño para pasar el tiempo. Entonces convencí a una vecina para que se viniera a bordar también y después decidimos comentarselo a otras mujeres de la localidad.

- ¿Qué es lo que ofrece?

- Yo no cobró nada. Es más, doy un pequeño trozo de tela y los hilos para empezar a aprender. Con estas reuniones pretendemos dinamizar un poco la vida del pueblo y hacer que la gente se motive salir de casa.

- ¿Cuánto se tarda en aprender a bordar?

- Unas dos semanas. Hay que tener en cuenta que nos reunimos un día a la semana durante cuatro horas, los martes de 4 a 8 de la tarde. Primero se empieza con un motivo y después se sigue haciendo servilletas, perros o cuadros de diferentes motivos.

- ¿Cuántas alumnas tiene?

- Ahora mismo cinco. De edades comprendidas entre los ocho y los sesenta años.

- Además de bordar ¿qué más hacen?

- Comentamos cosas, a veces simplemente tomamos un café y unas pastas que un día trae una y al día siguiente otra... Intentamos hacer la vida más amena porque los inviernos en esta comarca son muy, muy largos.

- ¿Cuántas obras presentan en la exposición del Castillo?

- Hemos colgado cincuenta cuadros de diferentes motivos y alrededor de 16 muestras.

- ¿Cómo surge la idea de la exposición?

- Pues después de ver los trabajos tan bonitos que hacemos y que no pudieran ser vistos por un público.

- ¿Tienen algún problema a la hora de encontrar material para bordar?

- Sí, sobre todo los hilos. Aquí no hay un surtido muy completo y tenemos que ir hasta Zamora comprarlos. A raíz de la exposición estamos teniendo suerte porque ha habido muchas personas que han mostrado un gran interés por nuestro trabajo

y se han brindado a enviarnos, incluso desde Madrid, los libros y los hilos necesarios.