El delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, aseguró ayer en Bermillo de Sayago que unas 400 denuncias por violencia de género de las 1.500 registradas este año en la comunidad son resultado del plan de lucha contra este tipo de delitos en el medio rural. Alejo destacó el hecho de haber establecido en Castilla y León «de forma pionera, como comunidad y como Delegación del Gobierno», un plan específico de lucha, «sobre todo en prevención e información».

En este sentido, recalcó que el plan se ha puesto en marcha «en 31 puntos conectados con los centros de salud, la asistencia social, las diputaciones provinciales y la Junta» y anotó que «hemos impulsado desde la Guardia Civil la seguridad y la prevención pero debe ser un trabajo en el que participemos todos».

Alejo explicó que «ahora estamos firmando con los ayuntamientos que tienen policías locales un programa para el control del sistema de prevención, seguridad y atención a las víctimas no mortales, que también hay muchas». En este contexto, observó las diferentes reacciones que producen este tipo de sucesos en la opinión pública, considerando la «importancia» de valorar también los que no tienen resultado de muerte. «Las víctimas mortales son las que más golpean nuestro corazón, pero muchas mujeres que sufren la violencia psicológica tienen que abandonar a su familia, marchar a centros de acogida y buscar trabajo en otro lugar para escapar de una violencia mayor que le puede llevar a la muerte», explicó. «Todos esos programas son los que estamos poniendo en marcha para acabar con esto», concluyó.