La parroquia de San Pedro de la Nave, en El Campillo, ha cedido temporalmente una de las estelas romanas que alberga al Museo Nacional Centro «Reina Sofía», que ha organizado la exposición «Gramática de Meseta» en el monasterio de Santo Domingo de Silos, en la provincia de Burgos. La muestra estará abierta en la antigua bodega del famoso cenobio -actual sala de exposiciones, junto al claustro románico- hasta el día 14 de noviembre. La parroquia parroquia zamorana tiene su propio blog: (http//sanpedrodelanave.blogspot.com).

Hace unos meses, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía se puso en contacto con el Obispado de Zamora y con la parroquia de San Pedro de la Nave para solicitar la cesión temporal de la pieza para la exposición. La parroquia accedió inmediatamente, «ya que es un honor y una oportunidad poder tener expuesta una de nuestras estelas romanas en la abadía benedictina de Silos y, además, en una exposición organizada por el Museo Reina Sofía», afirma el párroco.

La exposición, del artista vasco Ibón Aranberri (Itziar-Deba, Guipúzcoa, 1969), pretende analizar la manera en que el patrimonio cultural es transformado por la historia y la cultura industrial. Se ponen como ejemplo varios casos de traslado piedra a piedra de patrimonio arquitectónico a causa de la construcción de grandes infraestructuras en la Península Ibérica. San Pedro de la Nave fue un claro ejemplo para salvarla de las aguas del Embalse del Esla. El espectador que visite la exposición encontrará una serie de fotografías, una proyección y una estela funeraria procedente de San Pedro de la Nave, colocada en un soporte de acero al entrar en la sala.

Aranberri ha sido el único español seleccionado para participar en la exposición Documenta de Kassel (Alemania) de 2007, año en el que también expuso en la Kunsthalle de Basilea (Suiza). En el año 2005 recibió el premio Altadis de Artes Plásticas y al año siguiente se hizo con el premio ARCO para jóvenes artistas.

«El traslado de la arquitectura histórica es una práctica no recomendada por la teoría restauradora y la legislación derivada de ella, por el peligro que supone para la integridad de los valores documentales, históricos y artísticos de los monumentos. No obstante, ha sido una modalidad utilizada durante el siglo XX», afirma el programa de mano de la exposición. La visión del artista es ciertamente crítica, cuando habla «de la disfuncionalidad de las obras civiles, de la irracionalidad de los traslados. Ciudades vacías, grandes infraestructuras, zonas de esparcimiento, destinos de peregrinaje espiritual, vértices geodésicos, son diferentes expresiones de un deseo análogo, en un intento de controlar el entorno natural desde unos significados económicos».

La estela zamorana expuesta en Silos está realizada en granito, y se encontró «en la prolongación exterior de cimientos del muro Norte exterior de los pies de la iglesia», tal como se lee en la documentación de la excavación arqueológica que se hizo en el momento del traslado de San Pedro de la Nave, desde 1930, bajo la dirección del arquitecto Alejandro Ferrant. La mayor parte de las estelas se encontraron como parte de los cimientos o del pavimento, y se habían reutilizado así como material de construcción de la iglesia visigótica, aunque algunas ya estaban guardadas en casa del párroco.

Según explica la experta Helena Gimeno, de la Universidad de Alcalá de Henares, en su estudio sobre la epigrafía del templo de San Pedro de la Nave, la estela no conserva ninguna escritura, ya que habría sido recortada por arriba y por abajo para su reutilización, y por eso sólo conserva la parte superior con el disco solar. La experta explica que «a ambos lados se le han practicado dos rebajes cuadrados para ensamblar algún otro elemento. Está alisada en la esquina derecha quizá por haber servido como piedra de afilar».