El sacerdote diocesano de Zamora, Moisés Morillo Gullón, párroco emérito de Torregamones, falleció en la madrugada de ayer en su casa de Zamora.

Nacido en San Cebrián de Castro en 1926, fue ordenado presbítero en 1950. En 1957 fue nombrado párroco de Torregamones, y en el arciprestazgo de Sayago desempeñó el resto de su ministerio sacerdotal en activo, hasta su jubilación en 2001. Junto con Torregamones, también fue el encargado de las parroquias de Gamones y Monumenta. También tuvo experiencia misionera en América Latina, enviado con otros sacerdotes de la Diócesis de Zamora.

Desde su jubilación, colaboraba en la parroquia del Espíritu Santo de la capital, donde residía. Ha fallecido en su casa después de una afección pulmonar, y su cuerpo fue velado en el Tanatorio «La Soledad», hasta las 19 horas de ayer, cuando tuvo lugar la vigilia de funeral en la iglesia parroquial de San Cebrián de Castro.

La misa exequial se celebrará el próximo lunes de Pascua, 5 de abril, en la iglesia de San Ildefonso de Zamora, a las 12 horas.