Las dos monterías al jabalí organizadas por el Club de Monteros el pasado fin de semana, en el término de Muelas del Pan, forjaron escuela cinegética por el brillo de los resultados. Entre una y otra «participaron más de 160 cazadores procedentes de Zamora, León, Valladolid, Madrid, Toledo, Cáceres y del País Vasco, así como socios del coto» según precisó ayer Enrique Beneytez. Al cabo de ambas jornadas fueron cobrados más de 70 ejemplares de muy diferente porte y filo, «de entre 25 y 100 kilos», parte de los cuales fueron expuestos en la denominada Junta de Carnes, y contemplados con interés por los propios monteros y un significativo número de personas del pueblo.

«El sábado monteamos la llamada «El Uno» -una de las manchas más duras de la región- con la ayuda de 16 rehalas», que en conjunto superaban los 200 perros de distinto rastreo y acoso. Las armadas fueron cubiertas esta jornada con un total de 90 puestos. La montería comenzó en torno a las 9.30 horas de la mañana con un sólido tradicional desayuno a base «de migas con chorizo y panceta», y prolongó el desenlace «hasta las 16.30 horas».

La cadencia de los disparos hacía presagiar unos esperanzadores resultados. Finalizada la montería los cazadores regresaron a Muelas para disfrutar de la comida, «un completo cocido», animada de principio a fin por las vivencias de cada cazador. Sobre las 18:30 fue colocado un plantel de unos 37 jabalíes en la Junta de Monteros, aunque el cómputo final ascendió «a unas 45 piezas» ya que, como suele ocurrir, la cobranza de algunos jabalíes se retrasó por encontrarse «en lugares de difícil acceso» o sobre un terreno reblandecido por la lluvia caída durante las últimas fechas.

El Club de Monteros organizó el domingo una segunda montería, en esta ocasión por la mancha conocida como «La Jebra». Esta jornada fueron distribuidos «60 puestos y se acometió la macha con un total de 8 rehalas». El pueblo de Muelas del Pan, al igual que el día anterior, «volvió a llenarse de cazadores animados por el resultado de la montería del sábado». Tras desayunar chocolate con churros y el posterior sorteo de puestos, los participantes se dirigieron a sus puestos decididos a afrontar a los jabalíes. «Fue una espera entretenida porque los monteros pudieron disfrutar viendo el buen trabajo de las rehalas» señala Beneytez. «El espesor de la mancha y la densidad de jabalí, unido al esfuerzo de los perreros» proporcionaron un nuevo éxito, reflejado «en las 25 piezas reunidas en la Junta de Monteros». De nuevo la muestra levantó expectación entre la población, que miró y remiró cada ejemplar haciendo todo tipo de comentarios sobre la magnitud y el poder de sus navajas. Fue un momento, asimismo, de disparos fotográficos. Entre los presentes en la exposición, el propio delegado Territorial de la Junta, Alberto Castro.

El Club de Monteros tomó la posesión de este coto el pasado mes de noviembre y, según Emilio Sánchez Pastor, «tanto por la riqueza natural del coto como por la ayuda prestada por los vecinos del pueblo, estábamos convencidos del éxito de estas monterías».

El Club de Monteros afirma «concebir estas monterías como un evento», y destaca que «son organizadas con un carácter social con el fin de lograr que tanto monteros, como vecinos del pueblo y alrededores, así como acompañantes y niños, disfruten de un fin de semana de caza y turismo en la zona».

El Club de Monteros tiene arrendada, además, la caza mayor del coto de Santa Eufemia del Barco, «donde se organizaron dos monterías en noviembre pasado con muy buen resultado». Enrique Beneytez pone de manifiesto que «la finalidad del Club de Monteros, una entidad sin ánimo de lucro, es el disfrute ordenado de la caza mayor en los cotos que tenemos concedidos, con el objetivo de beneficiar a los pueblos de los alrededores y lograr una caza de calidad».

El Club de Monteros tiene previsto organizar más monterías en los cotos de Santa Eufemia del Barco como de Muelas del Pan a lo largo de los próximos años. Los fundadores del citado Club de Monteros subraya que «el éxito de estas monterías se debe en gran medida a la ayuda prestada por el pueblo, tanto desde el punto de vista logístico, como desde el punto de vista cinegético, ya que es vital que todos respetemos la caza durante el año para obtener unos resultados como el de las monterías de este fin de semana».

Parte de los animales abatidos fueron entregados al pueblo para que enriquezcan gastronómicamente «los festejos», otros fueron entregados a los perreros y otros vendidos a interesados en el jabalí.