La planta baja de las antiguas escuelas de Figueruela de Arriba ha sido reconvertidas por el Ayuntamiento en un amplio y acogedor comedor social para la tercera edad. La mujer y el hombre de más edad, Dolores Cunquero Fernández, nacida el 26 de marzo de 1917, con 92 años, la abuela del municipio, y Manuel Fernández Fernández, el 14 de enero de 1922, con 82, fueron, coincidiendo con las fiestas patronales de Santa Irene, fueron las personas encargadas de inaugurarlo oficialmente arropados por la Corporación municipal presidida por Carlos Pérez Domínguez, y por el diputado de Bienestar Social José Luis Bermúdez.

El inmueble, situado en la calle principal (travesía de la carretera de Mahide a Riomanzanas y Villarino), cuenta con una superficie de 153,63 metros cuadrados. El salón comedor ocupa 69,51 metros, la cocina y el almacén 21,87 y el holl distribuidor 15,18, contándose con dos aseos de 3 metros cada uno. Una de las ventajas es una buena calefacción.

La inversión económica ha ascendido a 87.017 euros. La ayuda de mayor cuantía procedió del Leader Plus de Adata, 29.700 euros de subvención, colaborando también la Junta de Castilla y León con 35.000 del Fondo de Cooperación Local (70% Administración Regional y 30% Ayuntamiento) y 8.000 de la Gerencia de Servicios Sociales, de la que es gerente Eutimio Contra Galván, que donó también las ocho mesas y las 32 sillas; y la Diputación Provincial de Zamora que aportó 14.317 euros.

Inicialmente el Ayuntamiento ha contratado a dos mujeres, a media jornada, una natural de El Salvador y otra de Rumania, ambas residentes y vecinas del municipio, que son las encargadas de la cocina y del servicio. Una de ellas trabaja de 11 a 3 y la otra de 1 a 5. Inicialmente se cuenta con 32 plazas, de las cuales 24 fueron cubiertas el día de la inauguración por personas de Figueruela de Arriba y Figueruela de Abajo. La idea y proyecto de futuro del Ayuntamiento es adquirir un vehículo isotermo y poder distribuir la comida caliente al resto de los pueblos: Flechas, Riomanzanas, Gallegos del Campo, Villarino y Moldones.

«El comedor social fue una de las principales apuestas de la Corporación Municipal para esta legislatura y se ha conseguido. Nuestro objetivo es ofrecer a nuestros vecinos los mejores servicios» señalaba el alcalde Carlos Pérez. «La comida es muy buena y la temperatura la justa. Aquí vamos a estar muy bien y se nos va a tratar excepcionalmente y lo agradecemos» apuntaban tres abuelas mientras seguían, cómodas en los sofás, la televisión. Los jubilados, podrán estar en el comedor hasta las 17 horas, charlando, echando la partida, viendo las telenovelas en la televisión.

José Luis Bermúdez incidió en la importancia del comedor para la gente mayor e impedidos: «Supone poder estar bien nutridos, una labor de asociacionismo, convivencia vecinal, relaciones humanas y voluntariado, como puede ser la asistencia que los propios usuarios pueden y deben hacer con aquellas personas que cualquier día, por enfermedad u otra causa, no pueden asistir al comedor, llevándole la comida, dándole compañía y la asistencia necesaria a quien lo necesite» incidiendo en la suerte de «tener un alcalde que se preocupa por el bienestar de los vecinos»

La comarca cuenta ya con ocho. comedores sociales en Samir de los Caños, Bercianos, Palazuelo, San Vicente de la Cabeza, Riofrío, Viñas y Figueruela. En breve se abrirán los de Grisuela y Sarracín, y están proyectados otros dos en Fonfría de Aliste, Ferreras de Abajo y Ferreruela de Tábara.

«El comedor social es una gran obra, está muy bien, y nos prestará un servicio de primera calidad»

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Jubilado de mayor edad

«Será una cosa muy buena para las personas mayores y estoy orgullosa de inaugurarlo yo»

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Abuela del municipio

«Hemos cumplido con uno de nuestros objetivos, mejorar la calidad de vida de las personas mayores»

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Jubilado de Villarino y alcalde