Bermillo

Nueve años después de que el Ayuntamiento de Bermillo aprobara en Pleno la creación de un polígono industrial con el objetivo de ofrecer «gratis» terrenos para facilitar la implantación de empresas, ayer se inauguraba la primera fase de la instalación, fraguada no sin dificultades y desde luego no concebida bajo la filosofía del «gratis total». Una inversión de un millón de euros permite, por fin, poner en el mercado 21.792 metros cuadrados de suelo industrial en una primera fase, a la que seguirá una segunda, y que espera «facilitar la labor a las empresas de la comarca y de Portugal». Si por algo es «singular» este polígono es por su carácter «transfronterizo», como se encargó de puntualizar el presidente de la Diputación, Fernando Martínez Maíllo, en lo que no dudó en calificar como «una puerta a la esperanza en esta época difícil y la mejor iniciativa que la Diputación puede realizar para impulsar una comarca».

Lo cierto es que la instalación de nada vale si no cuenta con la concurrencia de empresas interesadas en instalarse. Y si en los prolegómenos del proyecto se llegó a contar con una lista de más de cincuenta, actualmente el azote de la crisis y la progresiva desilusión de los empresarios que veían pasar el tiempo sin actuaciones concretas ha reducido esa lista de aspirantes a 24, según los datos ofrecidos por la Asociación de Empresarios de la Comarca de Sayago, principal demandante de esta infraestructura.

Para ello, la próxima semana se ha convocado el Consejo de Administración de Sodeza (Sociedad para el Desarrollo de Zamora), que gestionará el polígono, con el objetivo de sacar a licitación de las 16 parcelas de esta primera fase, cuya superficie oscila entre los 1.000 y 2.500 metros cuadrados. Ese consejo de Sodeza fijará los criterios de adjudicación de las parcelas entre los que, según adelantó Fernando Martínez Maíllo, se tendrán en cuenta «no sólo el precio»; también se valorará «la creación de empleo, incidencia del proyecto en la comarca, la inversión, el plazo de puesta en marcha o que se rija por un objetivo de desarrollo sostenible y respecto al medio ambiente».

La idea de la Diputación es que «la próxima semana» se pueda tramitar ya la venta de parcelas de acuerdo a unos precios que Martínez Maíllo no quiso adelantar «porque son cuestiones que deberá tratar el Consejo de Administración». No obstante, según ha podido saber este diario, en la última reunión de la Asociación de Empresarios de la Comarca de Sayago, se manejó una horquilla entre los 28 y 35 euros por metro cuadrado, precio que según ciertas fuentes resulta «inviable» para empezar a dar salida a las parcelas de un polígono industrial que nace no sin ciertas incertidumbres.

Situado en el paraje de "El Genjagal", el polígono ha desarrollado en esta primera fase una superficie de 28.560 metros cuadrados, incluidos los viales (5.698), y su presupuesto alcanza el millón de euros financiados entre la Diputación –617.541–, el Ayuntamiento de Bermillo –200.451 euros– y Sodeza–180.000 euros–.

Respecto a la segunda fase, «a desarrollar en un futuro cercano», según la Diputación, se prevé que tenga una superficie aproximada de 20.000 metros cuadrados y unas 16 parcelas, aportando el «valor añadido» de dos viales y una rotonda más, «de manera que permitirá que lo desarrollado hasta el momento tenga mayor autonomía».

Un convenio con Caja Rural y Caja España facilitará la financiación

Ante la presencia de representantes de Caja Rural y Caja España, el presidente de la Diputación pidió un «esfuerzo» a ambas entidades bancarias, con quienes Sodeza firmará un convenio que facilite la financiación de los proyectos empresariales. «Pretendemos que esas condiciones ventajosas favorezcan una financiación estable, realista y razonable». Para Martínez Maíllo, el desarrollo de suelo industrial en la zona rural, y en concreto en las cabeceras de comarca –están proyectados polígonos en Alcañices, Tábara, Camarzana de Tera, San Cristóbal de Entreviñas, Fuentesaúco, Santa Cristina de la Polvorosa y Corrales–, «constituye una actuación pionera de la Diputación que permite llegar donde no lo hacen otras administraciones, poniendo a disposición de los ciudadanos y empresas suelo industrial». En cuando a las empresas que a lo largo de los años se han mostrado interesadas en instalarse en Bermillo existía un secadero de jamones, dos almacenes de construcción, una cafetería, una discoteca, un almacén de pinturas o almacenes de distribución, entre ellos llegados de Portugal. La incógnita es si esa serie de empresas mantiene vivo el interés y otras se incorporan a la instalación, tal y como confían los promotores del nuevo polígono.

Una rotonda «de juguete», falta de accesos a las parcelas y terreno sin rellenar

La cruz al boato propio de la inauguración llegó de la mano de la oposición socialista. Su portavoz en la Diputación, Rosa Muñoz, no dudó en calificar la rotonda de acceso al polígono «de juguete», poniendo en duda que «puedan dar la vuelta los camiones». En su lista de deficiencias, denunció que «los accesos a las parcelas no están ni siquiera marcados, va a ver que rellenar el terreno para llegar al rasante y eso cuesta mucho dinero y los viales, como se ve, son estrechos». Muñoz censuró además que no se de ningún protagonismo al Ayuntamiento en la gestión del polígono después de haber hecho «una inversión grande». Desveló que todo responde a la cesión que se ha visto obligado a hacer a Sodeza por asumir la deuda de 182.000 euros con Iberdrola. Incluso cediendo dos parcelas municipales a la Sociedad de Desarrollo.