El Pego

El Ayuntamiento de El Pego se propone poner en marcha un novedoso sistema de depuración de aguas residuales, basado en la creación de canales impermeabilizados donde se colocan plantas como espadañas, carrizos o juncos en flotación, haciendo pasar el agua residual por la esponja de raíces que forman, eliminando así buena parte de los contaminantes. Tal es el innovador proyecto presentado a la Consejería de Medio Ambiente para conseguir financiación y ponerlo en marcha a través del convenio entre la Junta y la Diputación, destinado a paliar los problemas de abastecimiento provocados por la sequía.

El propósito de la actuación es depurar 30.000 metros cúbicos de agua residual en el primer año, para incrementarlo en los años sucesivos. Se erradicarían así los problemas de depuración, que están creando un progresivo deterioro de los medios acuáticos debido al continuo aporte de las aguas residuales procedentes del núcleo urbano, «que sin ningún tratamiento previo se vierten directamente a los ríos y arroyos, empeorando las condiciones de habitabilidad piscícola de los mismos y afectando gravemente a todo el ecosistema fluvial».

Así se especifica en el proyecto presentado por el Ayuntamiento de El Pego, presupuestado en 30.144 euros, de los cuales casi veinte mil se destinan a la implantación del filtro y los diez mil restantes a la obra civil asociada, consistente básicamente en la construcción de una balsa.

El proceso de depuración conocido como filtro verde, que ya funciona con éxito en algún pueblo de Castilla y León e incluso en algunos aeropuertos aunque sería novedosa en Zamora, posee la ventaja de que es «barato de mantener y explotar, además de presentar un sencillo manejo y una buena integración en el medio rural, con el interés añadido de producir un bien económico que ayude al mantenimiento y explotación de las instalaciones».

El proyecto funciona a través de las macrofitas: plantas que tienen menor densidad que el agua, por lo que consiguen flotar sin dificultad. Sin embargo, el filtro no funcionará de manera óptima hasta que no se desarrollen lo suficiente para que las plantas se entrelacen hasta asegurar la estabilidad y formar una auténtica isla flotante. La invención reciente de un sistema de anclaje que ha terminado con los problemas existentes hasta ahora, asegura la «total flotabilidad de las plantas jóvenes y su perfecto crecimiento». Y por otro lado «facilita enormemente la labor de plantación sobre el agua contaminada».

Una vez que el filtro comienza a funcionar, el oxígeno es bombeado directamente del aire a través de las hojas, que actúan como membranas y lo inyectan a la raíz. El oxígeno crea una abundante flora microbacteriana que elimina prácticamente toda la materia orgánica «y sin provocar olores ni fangos en el fondo de los canales». Nitratos y fósforos son absorbidos directamente, convirtiéndose en el verdadero abono para las plantas, «ya que las macrofitas emergentes poseen gran demanda de nutrientes y gran producción vegetal asociada».

Por ello, a parte del efecto depurador, el filtro posibilita (si se desea en la época adecuada mediante la siega) la recogida de biomasa para su utilización como forraje, compost o incluso para fines industriales y energéticos. «Lo que puede suponer unos ingresos adicionales que ayudarían a reducir o anular los costes de mantenimiento».

Las instalaciones consisten en una pequeña excavación de 1,5 metros de profundidad para la balsa de depuración de aguas residuales, con una lámina de impermeabilización. Previa a la balsa se construirá una arqueta de entrada con una reja manual para la separación de los sólidos y rebosadero para avenidas de agua. Y una de salida, posterior a la balsa. Una pequeña bomba posibilitará la recirculación del 50% del caudal de salida.