Villaseco

La naturaleza proporciona alimentos que hoy día se los disputan en la mesa las más selectas bocas, y que fueron antaño la comida de los pobres. Entre los muchos productos que regala el campo están las merujes, que son de las cosechas más madrugadoras en aparecer en escena porque lo hacen al inicio de la primavera e incluso antes. Es una planta conocida y deseada en Sanabria-Carballeda, Aliste y Sayago, porque solamente crece y se desarrolla en manantiales de aguas frescas y saludables.

Salvador Pino Castaño, de Villaseco del Pan, es un hombre que lleva toda la vida recogiendo merujes y disfrutando de su sabor.

«Es una planta que antiguamente comían los pobres, que la recogían porque era más barato» manifiesta este recolector. Señala que «la merujina es muy fina y se cría en terreno muy flojo, como el de Aliste y Sayago».

El presente año no ha sido de los más abundantes «porque ha llovido poco en invierno» y, en consecuencia, quienes han buscado la conocida meruje han tenido que recorrer los pagos y los parajes con ahínco.

«La planta nace en sumideros de los manantiales, donde está constantemente corriendo agua. Pero este año andan muy bajos de agua y sólo se ha dado en manantiales muy fuertes» expresa Pino Castaño, que con todo ha podido probarlas.

Sobre la calidad de este alimento hace mención a un refrán que dice que «de la mar el mero, y de la tierra la meruja y el cordero». Para incidir en la buena boca que deja esta acuática planta señala que «la gente que no la conoce, cuando la prueba, quedan encantando». Y es una comprobación que ha tenido lugar en Madrid, a cargo de personas que ofrecieron dicho manjar a comensales que nada sabían de una planta que hace una ensalada «que maravilla».

Salvador Pino indica que «desde siempre, las personas de los pueblos aprovecharon estas merujes, que se pueden coger muy tranquilamente porque donde se cría nadie se echa herbicidas ni pesticidas. Se come sin inconveniente».

Este recolector de Villaseco señala que su recogida es «a últimos de enero, en febrero y hasta mediados de marzo porque, en abril, ya canta el cuco, la caga el cuco y sale la flor». Es una planta que surge abundante cuando el manantial es constante y poderosos. Existe la suerte de que no es un alimento apetecible para los animales. Hoy es una delicia de algunos hogares que tienen la suerte de buscarla y encontrarla, e incluso de algunos restaurantes que la reclaman sin mirar el precio.