La Federación de Servicios Públicos de UGT, de Castilla y León reclama un mayor celo al Gobierno regional para afrontar el peligro de los incendios forestales en una comunidad «donde no se ha suspendido "la autorización de quemas" al contrario de lo sucedido en otras comunidades como en Cataluña que las prohibió desde el 15 de marzo». De esta forma, señala, «se ha tenido que lamentar la muerte de tres personas (dos en Ávila y otra en Zamora) mientras quemaban de forma autorizada sus parcelas».

El sindicato destaca que «en cuanto a las dotaciones de personal, las guardias de incendios se establecen sin la supervisión previa de la junta de personal, sin que se realicen reconocimientos médicos, sin prueba de esfuerzo ni espirometría (bomba de relojería)».

Señala que «en muchos casos los agentes medioambientales, encontrándose en jornada de descanso, son avisados telefónicamente a las 7 de la mañana por el Jefe de Servicio, para que se incorporen a un incendio».

Apuntan que «una vez más la eficiencia de la extinción de los incendios de la comunidad se basa única y exclusivamente en el buen quehacer de los distintos colectivos que, en muchos de los casos, estando fuera de servicio y de su jornada laboral, se incorporan para realizar labores de extinción y todo ello a pesar de sentirse maltratados por la Junta de Castilla y León».