El Consejo Territorial de Pesca abordará en la reunión del próximo lunes, día 13, algunas modificaciones a la normativa de pesca, entre ellas «la posible ampliación de las masas de agua» donde será permitida la pesca desde embarcaciones, que de momento solo es posible, dentro de la provincia de Zamora, en Ricobayo.

Así lo confirmaron ayer fuentes de la Junta de Castilla y León, que también aludieron a modificaciones en lo tocante «a cebos». Las propuestas serán luego remitidas al Consejo Regional, que reúne el día 20, para su ratificación o desestimación.

La restricción de última hora - 48 horas antes del inicio- provocó un evidente malestar en los aficionados a la pesca desde embarcación por cuanto que les sorprendió, en casos, con la licencia en la mano, en otros con embarcaciones recientemente compradas o con todos los preparativos listos para disfrutar de la pesca de la trucha. En Zamora, además, denuncian discriminación respecto a otras provincias como León, donde la práctica es autorizada en una decena e embalses: Benamarías, Porma, Riaño, Selga, Villameca, Bárcena, Fuente del Azufre, Rozas y Peñarrubia. Otras provincias como Avila y Burgos no cuentan con ninguna masa embalsada autorizada.

Al embalse de Valparaíso acuden con sus mejores ilusiones, según Javier Alonso, que mantiene un puesto de barcas en el embalse, «gentes del país Vasco, de Madrid, de La Rioja y de Salamanca porque tenemos las mejores y mayores truchas del mundo que se hayan visto». Sostiene «es una riqueza piscícola que hay que promover y no destruir para beneficio de una de las comarcas más desfavorecidas de España».

Alonso afirma que la pesca con barca no supone «privilegio ninguno porque los demás tienen todos los ríos habidos y por haber, además de los embalses; y los de barca no pueden andar por los ríos». Señal que «es otra modalidad más a añadir a las diversas modalidades de los sistemas de pesca».

Subraya que «la pesca de embarcación es selectiva y busca los grandes ejemplares, que está comprobado biológicamente se comen al pez chico». Hace mención a que «el Servicio Nacional de Pesca Antiguo (Icona) hacía redadas para sacar los grandes ejemplares que causaban una mortandad impresionante entre sus propios congéneres porque practican el canibalismo».

Recalca que «es una pesca selectiva y donde no se puede llegar desde la orilla, de zonas profundas y que siempre se realiza con cebos artificiales».

Además considera la pesca de embarcación como una posibilidad que tiene «los disminuidos físicamente o con algún grado de minusvalía, de practicar la pesca».

Considera la prohibición como una determinación «discriminatoria» con respecto a quienes disfrutan de la pesca desde las orillas. También critica el hecho de publicar una orden a última hora cuando «tienen todo un año para hacer la normativa». En su criterio, «el que no sabe hacer las cosas que dimita o que lo cedan».