- ¿Cuál es el principal mensaje que debe recibir los agricultores para estimular su opción por el cultivo ecológico?

- El principio básico de la agricultura ecológica es que es la alternativa más interesante para todos los secanos españoles. Desde los años 60, cuando se produjo la revolución verde, o sea la incorporación de productos químicos a la agricultura, las nuevas variedades que generaron mayor nivel de productividad hicieron aumentar la producción de cereales en el mundo. Pero después de cuarenta años nos hemos dado cuenta de que en algunos lugares del mundo, y concretamente en España, ha llegado el techo productivo y por mucho fertilizante que echemos o nuevas variedades que incorporemos, no vamos a producir ya más. ¿Qué es lo que ocurre?. Pues que otras zonas climáticas en las que el paquete tecnológico es más eficiente, como Francia, Polonia y todo lo que es la Europa húmeda, China o India, siguen teniendo un aumento de productividad en sus sistemas. Esto lleva consigo que, por ejemplo, el mismo cereal que produce Zamora y producen los franceses, mientras a los zamoranos les sale por cerca de 20 pesetas, a los franceses por 15. En un mercado global donde tu producto te sale más caro, no vendes.

- Sin embargo el sistema se sostiene, ¿por qué?

- Porque hay subvenciones que mantienen este tipo de agricultura con el precio y los beneficios. En un déficit alimentario, a lo mejor también, pero siempre al final nosotros producimos más caro. En cambio, nuestras condiciones ambientales favorecen mucho la agricultura ecológica, simplemente porque permite el reciclado de nutrientes. A los franceses el reciclar nutrientes orgánicos, como no tienen las temperaturas y hay excesiva humedad, les cuesta mucho. Tienen que aportar externamente en forma de compost o estiercoles para que tengan comida las plantas. En cambio, nosotros en tres meses la propia paja que podemos incorporar de los residuos de cosecha pasa rápidamente como nutriente. Quiere decir que, ecológicamente, el producto final nos sale más barato que a los países donde el paquete tecnológico funciona. Ese sería nuestro nicho comercial.

- ¿Qué otras ventajas tiene la agricultura ecológica?

- Tiene grandes ventajas en esta nueva situación en la que el medio ambiente posee un gran peso. Contamina menos, produce alimentos de más calidad y además, desde el punto de vista medioambiental, a nivel de la Unión Europea uno de los factores determinantes de la calidad ambiental es la superficie dedicada la agricultura ecológica. Existe también todo un movimiento en torno a la alimentación sana, sobre todo para los niños, que valora cada vez más lo ecológico, tanto por la calidad alimentaria como por los productos que no lleva. Esas moléculas que metemos con nuestra comida tienen efectos secundarios que empiezan a descubrirse. Problemas que pueden afectar a los niños de manera importante y que generan enfermedades.

- La madre del cordero para el agricultor es la rentabilidad y para el consumidor los alimentos ecológicos son más caros...

- No es un problema de más caro o más barato. Este año hemos tenido una crisis alimentaria porque los productos han subido. Pero esa crisis vamos a vivirla siempre porque los alimentos están directamente subvencionados en el primer mundo. La agricultura europea está basada en este momento en las subvenciones. Si las quitáramos, la agricultura tendría una sostenibilidad económica difícil, sobre todo en España. El mundo de los precios está fuera de nuestro control. En el momento en que los chinos -cien millones de chinos- se han puesto a comer carne, entramos en crisis. Ahora vemos que los agricultores argentinos han producido esa nube tóxica por quemar setenta mil hectáreas. Y la queman porque Argentina está produciendo para el primer mundo. El sesenta por ciento de la producción agrícola argentina se exporta para que los del primer mundo podamos comer carne. Y, claro, los argentinos pasan hambre porque no tienen comida para ellos. El mundo es muy complejo. En principio la agricultura ecológica es medioambientalmente más sostenible, contamina menos, pero además los agricultores puedan mantener sus rentas porque es un producto que pueden vender.

- ¿Entonces por qué es tan reticente el agricultor a incorporarse a este sistema?

- Vamos a ver. La agricultura ecológica nace como ciencia en los años 90, cuando la Academia de Ciencias Americanas empieza a decir que la agricultura, como se está realizando en el mundo, va a traer consecuencias perversas. El primer proyecto de investigación se aprueba a finales de los 90 y no llega ni a un cinco por ciento de lo que se hace en convencional. Es una cosa nueva. El experimento más antiguo en España en ecológica lo hacemos en "La Higueruela" y tiene quince años. La agricultura ecológica no es volver al pasado, se basa en el conocimiento científico fundamentalmente. Qué rotaciones empleo, cómo controlo las hierbas, cómo consigo el alimento... todo eso es a base de información que se va generando. Si vengo a Zamora cada cierto tiempo es porque la Diputación está interesada en conocer las novedades que vamos investigando.

- ¿Cómo valora el proyecto de la Diputación con un plan específico para la agricultura ecológica?

- La Diputación está haciendo una apuesta clara por buscar nuevas formas de producir y de nuevos mercados. Está claro que es de las provincias que más apuestan. A nivel autonómico, la apuesta de Andalucía es bestial; tienen hasta una dirección de agricultura ecológica, en los colegios se da alimentación etc. Es una cuestión de recursos; cuantos más se empleen, más información se podrá obtener. Hace dos días los ecológico iba unido a locos. Y la ecología es una ciencia. Punto.

- ¿De que manera influirá el cambio climático en los sistemas de cultivo?

- Bastante, y aquí todavía más porque hay un descenso en las precipitaciones. Hay cultivos que se van a ver favorecidos por el cambio climático. Por ejemplo, en la finca de "La Higueruela" teníamos pistacheros que habíamos puesto a finales de los 80 como cultivo alternativo. Si hubieran preguntado qué posibilidades tenía el cultivo pistachero hace cinco años, hubiera dicho: inviable en Castilla-La Mancha. Y ahora digo que es un cultivo alternativo total.

- ¿Por qué?

- Porque el efecto determinante de la producción de pistacho eran las heladas de primavera. Como ha habido un aumento de las temperaturas en los meses de primavera, lógicamente no le afecta y entonces tenemos producciones de pistachos todos los años. Pasa lo mismo en la viña. En cambio, en los cereales la productividad ha adquirido un diente de sierra mucho más pronunciado. Llueve menos y de forma mucho más concentrada. En la ecológica no tenemos estos vaivenes y se adapta mucho mejor porque la convencional para poder desarrollarse necesita agua. Por lo tanto la agricultura ecológica es más competitiva.