La Cámara Agraria Provincial quedó constituida ayer oficialmente con la novedad de la incorporación de dos mujeres en sus filas. Hortensia Gómez y María Concepción Tejedor, pertenecientes a la organización agraria Coag, tomaron posesión de sus cargos junto al resto de los miembros elegidos en las elecciones del pasado 16 de diciembre. La corporación estará formada por 14 representantes de Coag, siete de Asaja y cuatro de Upa.

Miguel Blanco, que renovó su cargo como presidente, explicó la pautas a seguir por la Cámara ante el nuevo período que se avecina, centradas sobre todo en la promoción de los productos de la tierra. Así, afirmó que «la función de la institución no depende de nosotros, sino de las competencia que la Consejería de Agricultura quiera darle y del presupuesto, que en estos momentos es muy exiguo y todas aquellas cuestiones que queremos desarrollar no las podemos llevar a cabo».

Como uno de los principales objetivos para la nueva etapa Blanco remarcó «la realización de una labor mucho más intensa de promoción de todos los productos de la tierra, productos de calidad de la provincia zamorana». Además, prosiguió, «hay que dar a las dotaciones comarcales, sobre todo en Toro, unas mejores dotaciones para poder ofrecer un servicio adecuado».

Asimismo, solicitó más competencias para las cámaras para la gestión de pastos, tierras y rastrojeras y exigió su presencia en los foros relacionados con la investigación agraria, con el desarrollo agrario y con la innovación y en los observatorio de precios y mercados.

Blanco manifestó que dentro de los deseos de la nueva corporación espera que «la toma de decisiones en los próximos cinco años transcurra como en el pasado, mediante el consenso y el diálogo». Blanco confirmó un cambio del 60 por ciento de los miembros de cámara, por diversos tipo de factores.

Sin embargo, lamentó que la Cámara Agraria no pueda llevar a cabo labores de representación y de reivindicación que les corresponde a los sindicatos agrarios, «pero si será un punto de encuentro entre todas las organizaciones y por supuesto atender también la problemática del sector agrario y las propias propuestas de las organizaciones que podamos vincular de alguna manera».

El presidente de la Cámara Agraria Provincial volvió a denunciar los graves problemas por los que atraviesa el sector agrario y ganadero de la provincia y la comunidad y pidió «la sensibilidad de la institución del mismo modo que la tiene las organizaciones agrarias». Así, reseñó la crisis ganadera en Zamora y el riesgo de desaparición del 50% de las explotaciones de la provincia, «a medio plazo y el 30% a corto plazo». Blanco sentencia que «la economía de la provincia no se lo puede permitir» y criticó la postura de las administraciones regional y central que «no mueven ficha para paliar la crisis».

Otro de los sectores problemáticos es el del vino que en opinión de Miguel Blanco «la última reforma es buena para los bodegueros pero no para los pequeños viticultores. Se deben de primar las D.O. y atender las necesidades de los productores. Una cuestión vital para Zamora».

El último "punto conflictivo" es el del sector de la remolacha al que «no se le está dando respuesta a un mes de las siembra de la próxima campaña no sabemos a que precio vamos a cobrar cuando los costes de producción están más altos y no va a haber dinero de la Junta. En esta situación se podría perder más de la mitad del sector remolachero en la provincia y poner en riesgo la fábrica azucarera de Toro».

Tras la entrega de los nombramientos se procedió a la constitución de la Comisión Delegada de la Cámara compuesta por seis miembros más el presidente, Miguel Blanco.

Está quedó formada por Celedonio Martín Rosón como vicepresidente; José Roales Martín, secretario y Eleuterio Turiel Turiel, pertenecientes a Coag. Por Asaja pasaron a formar parte del organigrama Felipe García Hernández y Francisco Martínez Pérez y por UPA Aurelio González del Río.