Villaralbo vivió ayer por todo lo alto la fiesta local en honor a San Ildefonso, y principalmente el Club de Jubilados que lleva el mismo nombre, con 245 socios. Diez sacerdotes, la mayoría de ellos procedentes de pueblos de la comarca, oficiaron la misa mayor junto a Plácido Isidro, párroco de la localidad y arcipreste del Vino, quien presidía la eucaristía que se celebraba a partir de las doce y media del mediodía tras la procesión que siguieron con devoción los fieles alrededor de la plaza, en torno a su insigne santo, patrón de la capital y antiguo arzobispo de Toledo.

San Ildefonso nació en esta ciudad y estudió en Sevilla con San Isidoro hasta que fue nombrado arzobispo. El prelado, que unificó la liturgia en España, escribió varias obras sobre la virgen María, debido a la profunda devoción

que sentía por la Inmaculada Concepción. Las autoridades eclesiásticas y civiles se reunieron poco después de finalizados los oficios religiosos en las dependencias del Club de Jubilados en torno al ágape al que convidaban los mayores, en un día de fiesta oficial que cumplieron a rajatabla los establecimientos comerciales de la localidad.

Villaralbo, además de la fiesta de San Ildefonso que se celebra el 23 de enero, tiene también otra fecha oficial, el 12 de mayo, el día de la Virgen del Viso, si bien en este caso cambia anualmente de día, ya que es movible. Fuera de la oficialidad, son las fiestas de agosto, en honor de la Virgen de la Asunción, las que más forasteros atraen y con la que se sienten identificados muchos vecinos del municipio. «Esta de hoy es más bien una fiesta para la gente del pueblo que trabaja y vive aquí. Por que la gente que trabaja en Zamora no tiene tiempo apenas para disfrutarla», explicaba el presidente del Club de Jubilados, Tomás Coco, que lleva dos años en el cargo.

La agrupación de mayores, que aporta anualmente diez euros, tiene su sede en un local cedido por el Ayuntamiento, donde acuden a diario a jugar a las cartas «y también hacemos otras actividades, como excursiones o gimnasia de mantenimiento». Ayer, mientras el Club de Jubilados tenía su baile particular el Ayuntamiento ofrecía por su parte otra sesión, de ocho a doce de la noche, en la discoteca del pueblo.