Castro.- La comarca de Aliste y la región lusa de Tras Os Montes cuentan ya con un nuevo paso fronterizo gracias a la nueva carretera entre la localidad de Castro de Alcañices (municipio de Fonfría) y Paradela, la cual se convertirá en un nuevo atajo entre la Nacional 122 (cruce del Area de Descanso) y la ciudad de Miranda do Douro, uniéndose al ya existente entre Moveros y Constantim, dentro del mismo Ayuntamiento.

El proyecto, realizado por la empresa Pavimentos Asfálticos de Salamanca (Pas), ha tenido un coste de 729.957,75 euros. Las obras están incluidas dentro del programa transfronterizo Interreg III-A (Mejora de la Accesibilidad Territorial) cofinanciado por Bruselas, que aporta entorno al 70% y la Diputación Provincial de Zamora, promotora, que se ha hecho cargo del 30% restante. Inicialmente las obras deberían haber dado comienzo en diciembre de 2006 y ejecutarse en solo 5,5 metes, antes de junio de 2007, no obstante se retrasaron. Su objetivo, se afirma: «Es contribuir a mejorar la accesibilidad en la zonas fronteriza de la Unión Europea».

La construcción de la nueva carretera ha tenido que acogerse al la Declaración de Impacto Ambiental aprobada por la Secretaría General de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León el 7 de marzo de 2006 al transcurrir su trazado dentro del territorio del Parque Natural de los Arribes del Duero, espacio que es así mismo Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA) y entonces propuesta como Lugar de Interés Comunitario (LIC).

La carretera tiene un trazado de 1.385 metros de longitud y una anchura de seis metros asfaltados, de ellos dos carrilles de 2,50 y arcenes de 50 centímetros cada uno. La vía discurre manteniendo la linea marcada por el antiguo camino de tierra, manteniendo su tortuoso trazado, aunque adaptada a unos parámetros que permitan circular a una velocidad de 60 kilómetros por hora, adecuada a los tiempos y que garantice la seguridad vial. Los radios mínimos de las curvas han pasado a ser de menos de 130 metros, a excepción de la salida del pueblo para evitar una casa y en la zona que precede al arroyo de "La Ribera" con vistas a que el nuevo viaducto quedase en linea recta. El recorrido total suma 3,1 kilómetros de Castro a Paradela. A lo que hay que unir la mejora de la travesía con una capa de aglomerado.

Con vistas a darle a la carretera las medidas adecuadas fue necesario expropiar una superficie total de 15.202 metros cuadrados en trece parcelas diferentes, de ellas 7 del Ayuntamiento de Fonfría y cinco de particulares: Gabriel Campesino, Cipriana Rodríguez, Santiago Tundidor, Isaac Campesino y José Luis Díaz. Ahora falta adecentar el tramo de Castro de Alcañices a la Nacional 122.

Nuevo puente sobre el arroyo "La Ribera" y reconstrucción de las paredes de granito

Ancestralmente el cruce del arroyo "La Ribera" se hizo sobre un puente construido por grandes piedras graníticas, auténtica obra de arte, sólo acto para el tránsito de personas que ha aguantado durante siglos al que se ha respetado con el trazado dejándole unos veinte metros agua abajo, quedando libre así mismo de la ampliación de la calzada. Por el contrario si se ha destruido un segundo puente, de época moderna, que en ningún caso era apto para garantizar el paso de vehículos pesados que podrá asumir desde ahora la carretera. La alternativa ha pasado por sustituirle por uno nuevo de hormigón, con cuatro vanos de luz y una amplia plataforma sustentada por dos estribos y tres pilares. Estos últimos en la parte de entrada del agua cuentan con baluartes en V para dirigir y facilitar su paso sin problemas.

Entre las posibles carencias está el que el viaducto carece de aceras propias, con lo cual el transito humano habrá de hacerse siempre por el arcén ya que las vallas de ondas, quitamiedos, van sujetas directamente a la barandillas metálicas.

Con el objeto de minimizar el impacto y proteger el paisaje tanto el nuevo puente, como las embocaduras de los pasos de agua y las obras de fábrica han tenido que, aún siendo de hormigón, forrarse con piedra autóctona de la propia zona. Así mismo se han tenido que reconstruir todas aquellas cercas derribadas para proceder a la ampliación y rectificación de la carretera recuperándolas con paredes tradicionales usando las mismas técnicas y materiales -en este caso granito- con que fueron construidas las "cortinas" originales. En lo que respecta al puente se ha optado por una piedra más gris y azulada.