Consumir agua en Sayago resulta bastante más caro que en el resto de la provincia, el doble que en la capital, casi cinco veces más que en un municipio como Mombuey y el cien por cien superior a un caso como el de Muelas del Pan y todos sus pueblos, donde el consumidor no paga ni una peseta por abastecerse del líquido elemento. Un aleatorio repaso por pueblos de la provincia revela las diferencias de un municipio a otro y, si bien entre ellos no varía demasiado -excepción hecha con los municipios donde aún reina el caos porque no existen ni contadores-, sí es notoria la que existe con los pueblos que dependen de la Mancomunidad de Sayagua.

Un reciente estudio sobre el coste del agua doméstica en el conjunto del país sitúa el metro cúbico a 1,02 euros -con datos de 2005- , 36 céntimos más que en la Comunidad de Castilla y León, donde se establece una media de 0,66 euros por metro cúbico. El agua de Sayago se sitúa mucho más cerca de la media nacional y netamente por encima de la regional si se tiene en cuenta que hasta los primeros 15 m3 vale a 0,99 céntimos de euro cada metro cúbico.

La ordenanza fiscal reguladora de la tasa de abastecimiento de agua (aprobada en un acuerdo de pleno el 11 de febrero de 2005) establece unas cuotas muy por encima de la media con un fijo de 9 euros cada tres meses frente, por ejemplo, a los 3,25 que se abonan cada dos meses en Zamora; y casi un euro -0,99- por cada metro cúbico consumido hasta un tope de 15.

La «trampa», a juicio de los detractores, es que en el primer bloque se cobra el máximo, es decir, los 15 metros cúbicos se consuman o no. De tal forma que al abonado le llegan facturas mínimas de 23,85 euros al trimestre -9 euros más 14,85, que es el resultado de multiplicar 0,99 por 15 centímetros cúbicos mínimos que se pagan-. «Esto, para un jubilado que cobra la pensión ordinaria supone un coste muy elevado, teniendo en cuenta que ni mucho menos consume ese agua que se le impone. Es de una insolidaridad total con los mayores, que por otro lado suponen más del setenta por ciento de la población de la comarca», indica un edil de la zona.

¿Qué pasa en Sayago? El alto precio del agua -con la excepción de Fermoselle, que no pertenece a la Mancomunidad- es un asunto candente y muchas veces objeto de debate político. Hay quien no se explica que en una comarca fronteriza, situada en deprimido oeste provincial, pueda gravar tanto abrir el grifo. «Pago más aquí que en mi casa de Salamanca», apunta un sayagués asentado en la capital charra, que cada fin de semana y en vacaciones retorna al pueblo. El colectivo de sayagueses con viviendas en la zona pero trabajando fuera puede llegar al «cuarenta por ciento». Son los que tienen la casa cerrada buena parte del año y vuelven en vacaciones, y a los que la ordenanza resulta igual de gravosa.

Prueba de la candencia de este asunto es el caso de Villar del Buey, donde los concejales socialistas hasta en tres ocasiones han pedido explicaciones en el Pleno sobre «las tarifas tan descomunales. En Sayago hay un descontento generalizado con esta cuestión pero nunca se nos ha aclarado la razón», indica un edil. En el seno de la Mancomunidad tampoco es casual el debate y así lo admite el actual presidente accidental, el alcalde de Carbellino Benito Sánchez Piorno que sustituye temporalmente al regidor de Bermillo, Norberto Núñez, apartado de la actividad pública por una enfermedad. «Yo comprendo que se diga que el agua es caro pero hay que entender las especiales características de esta comarca», donde captar el agua del embalse de Almendra resulta mucho más costoso que en la provincia de Salamanca, con hasta cuatro bombeos; «la energía cuesta mucho».

El ahora presidente de la Mancomunidad Sayagua asegura que «cada vez tenemos más pueblos -56-, con una red de abastecimiento de cuatrocientos kilómetros para 7.000 usuarios», la décima parte de la población de Zamora. Según Sánchez Piorno, «llegar a todos los sitios cuesta muchísimo dinero y además esta Mancomunidad se ha embarcado en obras muy importantes, la última de 800 millones de las antiguas pesetas, de las cuales tenemos que pagar el treinta por ciento».

Una máquina "peina" el área de actuación para detectar fraudes y averías

El «mal estado» de la red de abastecimiento de Sayago, con tuberías muy caducas que ocasionan importantes pérdidas de agua, a juicio del alcalde de Carbellino, «no hacen más que agravar la situación» porque la cantidad de averías «es enorme»; ¿cuántas?, «hasta dos y tres diarias». Aún con todos los contratiempo, Benito Sánchez admite abiertamente que «tenemos un agua muy cara. Ojalá la podamos bajar algún día y, de hecho, ya estamos tomando medidas, se están haciendo estudios para intentar acabar con esta situación». De momento se ha adoptado una medida con el objetivo de «poner en orden» el sistema y atajar de plano «fraudes y robos». La Mancomunidad ha comprado una máquina detectora de averías y fraudes -con un coste de 56.860 euros, de los que paga el 30% y el resto llega de las subvenciones institucionales- que desde hace unos quince días "peina" la red de abastecimiento y se ha llegado a comprobar que en algunos puntos hay pérdidas de agua de «hasta un 60%» por el mal estado de las tuberías, además de «bastantes robos de agua». «Esto no lo podemos seguir soportando, cuesta mucho dinero», apostilla Benito Sánchez Piorno. «Y, además, si todo el mundo pagara religiosamente y no tuviéramos que sufrir a morosos, desde luego sería mucho más económico».

Según el acuerdo adoptado por la asamblea de concejales de la Mancomunidad de Sayagua el 11 de febrero de 2005, la remuneración a la empresa concesionaria por la gestión y explotación del servicio de abastecimiento de agua es de 846.431,89 euros con un canon anual de 126.212 euros, ambos inamovibles hasta el año 2010. El acuerdo se tomó con diez votos a favor y dos en contra, los de los representantes de los ayuntamientos de Pereruela y Alfaraz.