Peleas de Abajo.- El baño de arroz y las loas a la salida de la iglesia sorprendieron a Máxima Montalvo Jambrina y Lucas Garrote Arriba quienes celebraban ayer y por todo lo alto el medio siglo de matrimonio. «Un enlace que tuvo que ser en periodo vacacional, cuando la tía que nos crió a mi hermana y a mí disponía de vacaciones, pues era maestra», explica Máxima. Fruto de aquel enlace la pareja tiene dos hijos y dos nietos, que ayer se sumaban a hermanos y familiares que acudían a escuchar misa en la iglesia de Peleas de Abajo, donde oficiaba el sacerdote Agustín Chillón. Máxima Montalvo, natural de Pontejos y Lucas Garrote, de Peleas de Abajo, llevan residiendo en este último municipio 50 años, desde que se dieron el "sí quiero" tras un enardecido romance que se fraguó «en los bailes de la época» cuando Lucas acudía en yegua a Pontejos a rondar y cortejar a su dama. Familiares y amigos disfrutaron de una jornada entrañable compartiendo mesa y mantel en un céntrico restaurante de la capital.