Cazadores de las comarcas del sureste de la provincia encontraron varias liebres muertas el pasado domingo, coincidiendo con el primer día de apertura de la campaña cinegética. Aunque no se conocen las causas exactas de la muerte de los animales, se sospecha que no han sido víctimas de la tularemia (no se han detectado casos de esta enfermedad en la zona hasta el momento) y sí del veneno esparcido «sin control» -en palabras del delegado de la Federación de Caza en Zamora, José Antonio Prada- contra los topillos.

Prada denuncia que el tratamiento contra los topillos utilizando grano envenenado «es una barbaridad». «Estamos empezando a constatar las primeras consecuencias de una forma de actuar que no es correcta. No se puede envenenar el campo como se ha hecho, esparcir grano sin control de los técnicos, algo peligroso». El delegado provincial de los cazadores denunció ayer esta circunstancia en la reunión que mantuvo con el delegado territorial de la Junta, Alberto Prada, a quien planteó también otras cuestiones que preocupan en estos momentos al colectivo de cazadores como la interpretación de la Ley de Seguridad Vial que están haciendo los jueces en la provincia.

José Antonio Prada fue ayer informado por cazadores que practican la actividad cinegética en el coto de Argujillo que el domingo encontraron cinco liebres muertas en la zona, concretamente en dos viñas. Sospechan que los animales puedan haberse envenenado al ingerir grano de trigo y cebada tratado con clorofacinona, un anticoagulante utilizado contra la plaga de topillos.

Prada ha comprobado en los últimos días como el producto envenenado depositado en tubos de plástico «está ya al exterior, a merced de cualquier animal que quiera comerlo». «Los tubos, una vez que haya viento o alguien los mueva van a perder su contenido que va a quedar esparcido por el campo sin ningún tipo de control». El tratamiento, según el delegado provincial de Caza, se ha hecho en muchos casos sin la supervisión de personas autorizadas. «Hay quien ha distribuido el grano envenenado en montoncitos, ni tan siquiera bajo la protección de los tubos de plástico, así no es de extrañar que podamos seguir encontrando cadáveres».

Prada pide a los cazadores que recojan los animales que se encuentren en el campo para que los servicios de la Junta puedan analizar las causas de la muerte. La incidencia de tularemia se centra, sobre todo, en la comarca de Tierra de Campos. Las liebres son los animales más afectados.

Las buenas perspectivas se confirman: más piezas que en los últimos años

El inicio de la campaña de caza ha confirmado los mejores pronósticos. El primer día del "cazadero" se vieron más perdices y liebres que en los últimos años. El incremento de piezas es general en toda la provincia, destacando, sobre todo, en "patirroja" las comarcas del centro zamorano.

La abundancia de lluvias durante la primavera posibilitó la humedad necesaria para la optima eclosión de los huevos de perdiz. Además, la vegetación llenó regatos y lindes lo que ayudó a proteger los nidos y después a las crías ante los depredadores.

Además, la abundancia de topillos en algunas comarcas de la provincia, sobre todo en las situadas al este, ha hecho que zorros y aves rapaces hayan preferido a los roedores y no se hayan alimentado de perdigones y crías de liebre.

Si hay más liebres y perdices que otros años, no ocurre lo mismo con los conejos. Los roedores han sufrido las consecuencias de varios brotes dea mixomatosis a finales de primavera y también de la enfermedad hemorrágica-vírica. Ahora empiezan a verse conejos pequeños, lo que hace prever que habrá más cantidad al final del cazadero que en estos momentos.

Balance positivo del primer día de cazadero

El primer día de la jornada cinegética fue mejor que en campañas anteriores. Los cazadores, en general, vieron más piezas. Principalmente perdices y liebres. No ocurrió así en el caso de los conejos, más afectados por enfermedades como la mixomatosis y la hemorrágica-vírica.

El buen tiempo jugó en contra de los animales. Las "patirrojas" redujeron sus vuelos, lo que fue aprovechado por los cazadores. También sufrieron los perros las altas temperaturas y galgos y liebres protagonizaron carreras más cortas que cuando el tiempo es más suave. Para los próximos días se anuncia un cambio de tiempo que podría venir muy bien a las especies cinegéticas.

La plaga de topillos ha venido bien a la caza (al margen, claro está de los problemas que pueda causar la tularemia) porque los depredadores han tenido comida suficiente y no han diezmado las polladas de perdices ni liebres y conejos pequeños. Esto se ha notado, sobre todo, en las comarcas del este provincial, principalmente en Tierra de Campos y los pueblos del alfoz toresano.