Moraleja.- La piscina de Moraleja del Vino, al igual que el complejo de baño de Corrales, Morales del Vino y Villaralbo, han cerrado al público sus instalaciones veraniegas, clausurando una de las peores temporadas que se recuerdan y que ha arrojado un saldo bien negativo, debido principalmente a la inestabilidad del periodo estival, donde muchas jornadas no ha calentado el sol todo lo deseable.

Precisamente los primeros días de septiembre, cuando las temperaturas se han mantenido más o menos estables, los complejos se han mantenido abiertos, justo hasta la víspera de que se iniciara el curso escolar en las edades más pequeñas, de infantil y primaria. «Este verano ha sido un desastre, tanto para las piscinas como para la hostelería, que depende también de la afluencia de bañistas», explicaban responsables de las instalaciones, haciendo balance negativo de la temporada.