Quintana.- La Fundación del Patrimonio Natural y la Red de espacios naturales han llevado a cabo recientemente la señalización del cordel sanabrés dentro del marco de actuaciones que realizan como recuperación del Patrimonio y sensibilización de estos espacios del enclave del Parque del Lago de Sanabria. Una serie de cartelería explicativa acerca de la importancia
de esta vía pecuaria se ha instalado en la vía de confluencia con las carreteras de Sotillo y Quintana de Sanabria, donde
el ganado se dirige a los verdes prados de las sierras Segundera y Cabrera. El cordel sanabrés
es uno de los representantes
de los caminos ganaderos
que unen las montañas y los llanos en muchas regiones
de Europa.
La Fundación pretende con esta iniciativa el mantener
vivo el significado de reivindicación de sus propietarios, los ganaderos, a la vez de la sensibilización social. El Estado es quien ejerce la competencia exclusiva de las vías pecuarias, atribuida por el artículo 149.1.23 de la Carta Magna. A pesar del declive de la trashumancia, agudizado con
la abolición de la Mesta (1836)
y con la desamortización comunal (1855), el menor uso e, incluso, el acusado intrusismo existente tanto por administraciones como por particulares, están cobrando cada vez una mayor presencia como
vías culturales. La Ley 3/1995, de 23 de marzo, vertebra a través de sus 5 títulos las disposiciones a estas vías.
El Concejo de la Mesta
fue durante 500 años la agrupación mundial más importante de ganaderos, estableciendo una importantísima red de
vías pecuarias denominadas
de mayor a menor anchura como cañadas, cordeles y veredas.
El cordel sanabrés siempre tuvo su importancia debido a
la riqueza de los pastos, dando lugar a disputas entre distintas órdenes religiosas y la Nobleza para aprovecharlos con su ganado. Hasta comienzos del siglo XX los pueblos de la comarca de Sanabria no pudieron poseer sus puertos o sierras, primero como arrendatarios y después comprándolos.