Medio centenar de vecinos de La Hiniesta visitaron recientemente Andorra en un viaje que ya viene siendo una tradición entre el colectivo. Todos los años organizan una excursión que preparan de una forma pormenorizada para pasar los días en la mejor armonía y disposición posible. Es ya costumbre que lleven por delante una buena carga de jamones, que acompañan con pan de Carbajales. En puntos bien escogidos de la ruta detienen su marcha y preparan la comida campestre. En esta ocasión uno de los altos del camino lo hicieron en Zaragoza.