Riofrio.-Los vecinos de las localidades alistanas de Riofrío y Sarracín, pertenecientes al mismo municipio, disfrutaron con entusiasmo, alegría, colorido e ilusión el "Domingo Gordo" de Carnaval gracias a la iniciativa de los más pequeños que revivieron la representación de las mascaradas de invierno de "Los Carochos" y "Los Diablos", que los mozos suelen poner en escena coincidiendo con el día de Año Nuevo. Para los escolares la tradición manda que se haga el "Día del Antruejo" (próximo martes), no obstante, desde luego con gran acierto, se adelantó al fin de semana con lo cual se ha conseguido el objetivo de poder participar todos: los que viven en el pueblo habitualmente y los hijos de los emigrantes que por circunstancias de la vida entre semana residen en Zamora capital o en otras ciudades más lejanas.

Otra de las novedades ha estado en la "Igualdad de Oportunidades". Mientras que en las Obisparras de los mayores los personajes están reservados a los varones, las mujeres no aparecen, en el caso infantil se ha dado cabida también a las niñas que han dejado a gran altura el pabellón interpretativo lo mismo que han hecho los niños.

Es «Fría como Demonios» espetaba una abuela refiriéndose a la nieve. Sin embargo ello no fue impedimento para que los Diablos de Sarracín hiciesen su triunfal salida a la calle pasadas las 9 de la mañana. Cada uno de los niños y niñas bordaron la representación: Iván Rodríguez López (Diablo Grande), Kevin Álvarez Villar (Diablo Pequeño), Adrián Arias Blanco (Filandorra), Mario Fernández Vara (Rullón), Héctor Ríos Casas (Molacillo), Alba Matellán Casas (Ciego), Judith Rodríguez López (Madama), Javi Baladrón Vara (Galán) y Sandra Vara Matellán (El del Saco).

En Riofrío los Carochos salieron a las 12 de la mañana, manteniendo hasta el último detalle las costumbres. Benjamín Chimeno González fue el Diablo Grande y Aitor Cabeza Fernández el Diablo Chiquito. Los entrantes personajes estuvieron representados por José Miguel Canas Morán (Molacillo), David Casas Brizuela (El Ciego), Alberto Casado Chimeno (Filandorra), José Miguel Vara Matellán (Gitano), Claudia Morán Sánchez (Madama), Andrea Chimeno Sánchez (Galán), Mélodi Silva López (El del Cerrón), Adrián Chimeno González) (Tamboril) y Jorge Blanco (El del Lino). No falto nada y allí se pudo ver al carro tirado por dos burras autóctonas "Zamorano-Leonesas" y a una tercera montada por el gitano. Peleas y persecuciónes llenas de imaginación y colorido.

Tanto en Riofrío como en Sarracín los peques fueron visitando una a una las casas para recibir la propina de sus vecinos, solicitándosela también a quien encontraban por la calle. Con todo lo sacado disfrutarán de una buena comida de hermandad y convivencia al más puro estilo tradicional de antaño demostrándole a los mayores que ellos quieren a sus pueblos y creen en sus tradiciones. «Mientras nosotros estemos aquí las mascaradas y los antruejos no se termina» afirmaba uno de los personajes orgulloso con su colorido traje.

Si «muy anchos andaban los niños y niñas, los mayores, padres y abuelos no podían ocultar su emoción viendo a sus descendientes cultivando la cultura y la tradición. «mirra, mira, el de Chimeno corre como un lince» afirmaba una anciana. Lo de Riofrío y Sarracín eso sí es un Antruejo.