La Casa de Zamora en Madrid albergó el primer acto de celebración del 535º aniversario de la fundación de Sesnández de Tábara. El acto fue anunciado como presentación del libro "Los Colores del hombre" cuyo autor es el poeta, natural de Sesnández, Guillermo del Río Canas, presentado por el también vate e hijo de Sesnández, Angel Ferrero Rodríguez.

Después de unas pocas palabras de introducción al acto, pronunciadas por el Presidente de la Casa, José Luis Martín Rodríguez, tomó la palabra Angel Ferrero. En su presentación, que fue muy elogiada por el público asistente, tan nutrido que hubo de ampliarse el Salón Viriato de la Casa de Zamora, ofreció, de forma poética y entusiasta, un Sesnández con el aire más puro del mundo, el cielo más azul y el agua más cristalina de su arroyo, un ambiente bucólico que dejó tamañito a Virgilio; en una palabra: el lugar donde a cualquier hombre le encantaría vivir. Elogió, a continuación, al autor del libro y se extendió en la interpretación del libro en sus cuatro Colores: blanco, verde, rojo y morado. Un cerrado aplauso premió la magistral presentación.

Guillermo del Río Canas, autor del libro, corroboró la alabanza a Sesnández y, después de presentar su propia y autorizada interpretación del poemario, en algún punto con leve discrepancia sobre la de Angel Ferrero, deleitó con el recitado de algunos poemas de cada una de las cuatro partes de su libro, brevemente explicados, coronado todo ello con la recitación del único poema con título que reza: "Pensando en cualquier guerra" y que termina: "La guerra no, la paz. Las bombas no, el abrazo. La muerte no, la vida". Con esto concluyó su actuación Guillermo; y el largo y vibrante aplauso de la concurrencia rubricó la satisfactoria velada. «La vida» fueron las últimas palabras del Presidente que cerró el acto. Y «la vida de Sesnández», pujante y entusiasta, es la impresión que la Casa de Zamora en Madrid, que cuenta entre sus socios un núcleo importante de oriundos de Sesnández y pueblos aledaños, sacó de la inusitada asistencia al acto reseñado. La vida de Sesnández cuenta con sus primeros 535 años. «Mi impresión es que Sesnández podrá pervivir esos 535 años aumentados en el número que resulta de multiplicar su vida actual por un multiplicador de dos cifras» según José Luis Martín.