La provincia de Zamora cuenta con cinco pequeñas poblaciones de alondra de Ricotí, elegida Ave del año 2006. Si bien el número no es lo más relevante -no se precisa el número de ejemplares o de parejas-, sí lo es que en la provincia de Zamora nidifique «en zona de jaras y brezos», cuando lo común es que lo haga «en jarameras, en aulagas y tomillos», según destacó Ana Íñigo, del Área de Conservación de Especies y Espacios de Seo7BirdLife.

La presencia de la alondra de Ricotí en Zamora «es testimonial», pero Íñigo resalta el hecho de que elija la construir el nido y criar «formaciones vegetales de más de medio metro de altura, en zonas de bosques que han sido quemadas y están en etapa de restauración».

Este año se llevará a cabo el censo del ave para conocer con mayor exactitud la población y otros datos de interés sobre la especie.

En la elección del Ave del Año participaron cerca de 1.500 personas. La alondra de Ricotí, catalogada en peligro en el Libro Rojo de las Aves de España, y que sólo se encuentran las estepas de España y en el norte de Africa. Se impuso por un estrecho margen a su contrincante la golondrina común, y con mayor soltura a la avutarda Hubara, según la información facilitada por Seo/BirdLife.

Ana Íñigo precisa que la alondra Ricotí, un ave de pequeño tamaño, cuenta con toda su población europea en España, distribuida por las comunidades de Castilla y León, Aragón, Navarra, Castilla la Mancha, Murcia, Valencia y Cataluña.

«Las principales amenazas que se ciernen sobre la población son la destrucción y pérdida de hábitat, que junto al reducido tamaño y la fragmentación de su población han llevado a su actual declive» según Ïñigo, que añade que «en España quedan menos de 2.000 parejas amenazadas por los cambios del uso de suelo, la construcción de infraestructuras y, sobre todo, la actual expansión de los parques eólicos, cuyos lugares óptimos de instalación coinciden con el hábitat de la alondra Ricotí».

Desde la Seo/BirdLife se apunta que «la especie necesita unas condiciones muy estrictas en cuanto a hábitat, sólo está presente en zonas llanas o de pendiente poco acusada con vegetación baja de matorral de tomillos o aulagas». Además «es una especie con un comportamiento esquivo, acostumbrada a correr entre los arbustos en lugar de volar largas distancias, que, con un plumaje críptico con el medio, hacen que sea una especie difícilmente observable en la naturaleza». Para la Sociedad Española de Ornitología «este comportamiento de la especie hizo que la población de alondra Ricotí fuera sobrevalorada en el pasado». Los propios censos «demostraron que, en algunas zonas, los efectivos de la especie habían descendido hasta un 80%». Una diminución que viene derivada «en la progresiva disminución del hábitat estepario de espartales y tomilleras como consecuencia de su transformación en terreno agrícola intensivo y a las repoblaciones forestales que han llevado a su fragmentación y posterior desaparición».

La Sociedad Española de Ornitología propone, para salvaguardar a la especie, «dar difusión sobre el ave, remarcando la grave situación de conservación en que se encuentra y las amenazas a las que se ve sometida; intentar frenar la disminución de sus poblaciones proponiendo al Ministerio de Medio Ambiente y a las comunidades autónomas su correcta catalogación en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y catálogos regionales proponiendo su cambio de vulnerable a en peligro, así como la publicación de planes de recuperación». Añaden la Seo, con el fin de proteger el hábitat donde se reproduce la especie, «aumentar la protección de las zonas de distribución, revisando los límites que deben ser protegidos, vigilando que no se destruyan sus hábitat con proyectos agrícolas y de infraestructuras, así como que se mantenga la correcta gestión de los hábitat e informando a las empresas de energía eólica sobre la situación de las alondras y la importancia de respetar sus áreas de ocupación».