Alrededor de medio millar de ganaderos, según fuentes de las organizaciones agrarias, protagonizó ayer en Valladolid una concentración frente a la Delegación del Gobierno en Castilla y León, en protesta por el intento de la industria transformadora de bajar los precios que les paga por la leche. La concentración, según informa Efe, comenzó al mediodía y se prolongó durante más de una hora, ante un importante despliegue de agentes de intervenciones especiales del Cuerpo Nacional de Policía, pero sin que se produjeran incidentes.

Los concentrados quemaron un par de neumáticos, lo que ocasionó una humareda en la zona, mientras portaban pancartas, hacían sonar bocinas y tiraban algún petardo. «Si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra» y «Espinosa, dedicate a otra cosa», en alusión a la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, fueron algunas de las consignas que corearon los concentrados, tras una gran pancarta en la que se leía "En defensa del sector lácteo. No a la bajada de precios al ganadero".

Además, repartieron octavillas en las que acusaban a industrias como Lauki de traer leche de Francia o a otras como García Baquero de encarecer sus precios de venta al consumidor mientras los baja al ganadero. Esta fue la primera de una serie de movilizaciones que está previsto que prosigan hoy con otra concentración en Valladolid, en este caso ante la Consejería de Agricultura, y la próxima semana ante industrias lecheras.

El responsable nacional de UPA, Lorenzo Ramos, declaró a los periodistas que las industrias pretenden bajar en unos tres céntimos de euro por litro el precio que pagan a los ganaderos por la leche de vaca, oveja y cabra, con lo que no se cubrirían los costes de producción.

Por su parte, el coordinador de la Unión de Campesinos-COAG de Castilla y León, Jesús Manuel González Palacín, defendió un precio por encima de los 33 céntimos de euro por litro como umbral de rentabilidad, para evitar que los ganaderos de esta Comunidad pierdan este año cerca de 14 millones de euros si bajan los precios.

El secretario general de ASAJA en Castilla y León, José Antonio Turrado, dijo que la política del Ministerio condena a los ganaderos a sufrir bajadas de precios y a no poder incrementar su producción para mantener su competitividad, ya que no están previstos aumentos de cuota. Por ello, reclamó un cambio de política para este año, que permita ese aumento de cuota de producción, y se cumpla la «promesa electoral» de poner en marcha una mesa que consensúe los precios.

Finalmente, el responsable de la Coordinadora Agraria-COAG de Castilla y León, Aurelio Pérez, aseguró que en esta Comunidad apenas quedan 3.000 granjas de leche, por la «huida» de ganaderos ante unas bajadas de precios que «son un robo».