Muchos de los pueblos de la provincia han vivido un fin de semana marcado por la fiesta y el colorido de las hermanas de la Cofradía de Santa Agueda. Las mujeres han rescatado su vistosa indumentaria para celebrar su gran fiesta. Es el caso de pueblos como Fuentesaúco, El Piñero o Venialbo, donde se ha renovado la tradicional celebración de la patrona de las féminas.

En Fuentesaúco, la noche del pasado sábado la Asociación de Mujeres celebró una cena en honor a Santa Agueda y el domingo la cofradía, se reunió en torno a la misa y procesión, con baile y bollo a la puerta de la iglesia después del traspaso de la insignia, o la "vara" como se conoce en Fuentesaúco, entre las mayordomas saliente y entrante. Se trata de una tradición muy arraigada en la que las águedas han elaborado sus propios trajes a partir de diseños originales y tradicionales de la villa saucana.

En El Piñero la fiesta estuvo protagonizada por una veintena de aguederas que forman parte de una cofradía ya centenaria. Saturnina Herrero, la más veterana del grupo con 80 años, representa como nadie la fuerza de una tradición que se renueva año a año. En esta ocasión la mayordoma, Domi Hernández, invitó a sus compañeras y los maridos a una comida y baile, tal y como manda la tradición. El domingo tuvo lugar la misa en la iglesia de Santa María Magdalena, seguida de la procesión, donde las aguederas acompañaron a la imagen de su patrona ataviadas con la indumentaria tradicional o con mantones de Manila. Después se celebró la comida ofrecida por la mayordoma, y animada con un grupo de gaiteros. La jornada concluyó con cena y baile.

Venialbo ha sido otro de los muchos pueblos donde las mujeres se han echado a la calle para honrar a su patrona y celebrar su gran día. Tras la misa y la procesión, tuvo lugar el cambio de varas, baile y refresco. No se olvidaron las aguederas de pedir la "miaja" por las casas.