Valdefinjas.- Después de casi cincuenta años, la pequeña localidad de Valdefinjas, de no más de cien habitantes, recuperó ayer la tradicional festividad en honor a Santa Agueda. Fue este verano cuando a un grupo de mujeres le surgió la idea de recuperar la antigua tradición y así, después de varias reuniones intercambiando ideas y opiniones con el resto de población, cuajó la idea entre los vecinos y fundaron la Asociación Cultural Santa Agueda de Valdefinjas, formada en principio por 50 socios y quedando integrada su junta directiva por Mercedes García (presidenta), Pilar Sánchez (tesorera), Marcelina Hernández (secretaria) y Carmina Hernández, Antolina Vinagre y Natividad Asensio como vocales.

Toda la localidad se animó y se prestó a colaborar con pequeños donativos para la adquisición y compra de la imagen de Santa Agueda y del material para el estandarte, pues su confección ha corrido a cargo de una de las socias, Marcelina Hernández, que voluntariamente se prestó a ello.

Con la ilusión de recuperar una tradición que se había perdido, todas se pusieron manos a la obra en preparar los actos para conmemorar la festividad. El viernes comenzaban las celebraciones con el toque de "vísperas" en la Iglesia Parroquial al que acudían las socias y un buen número de vecinos, para a continuación participar en una cena y baile en el salón cultural.

Ayer, sábado, después de una soberana helada, la población se despertaba con un sol espléndido iniciándose los actos con la concentración de las mujeres en la plaza sobre las 11 horas, para a continuación y a ritmo de flauta y tamboril dirigirse todas juntas y luciendo laboriosos trajes regionales, al domicilio de la mayordoma, Flora Alvarez, para recogerla y a continuación asistir a una misa castellana en honor a Santa Agueda, cuya imagen estaba en unas andas adornada de flores naturales y ocupando un lugar privilegiado en el altar. Oficiaba la ceremonia el párroco local Fernando Ruiz González, párroco también de Peleagonzalo y Fresno de la Rivera, siendo las mujeres parte activa del acto religioso cantando las canciones, haciendo las lecturas, las ofrendas, para al finalizar dedicarle una poesía a la Santa.

Finalizada la eucaristía, la imagen de Santa Agueda era portada en procesión por las calles de la localidad para regresar nuevamente al templo de salida y recibir su bendición. A continuación, la Asociación Cultural Santa Agueda de Valdefinjas invitaba a todo el pueblo a un refresco en el salón cultural donde no faltaron los bailes y las canciones populares que se desempolvaron, como "la pajera", "los labradores", "tío babú" y varias de las "jotas" de antaño, entre ellas la de Cerezal y Villalcampo, interpretadas por Alfredo Pardal, alumno del Consorcio de Fomento Musical Zamorano.

A continuación las socias participaron en un restaurante de Toro en una comida de hermanamiento y por la tarde participaron en una cena en el salón con el acompañamiento de sus maridos, finalizándose la jornada festiva con una animada sesión de baile donde se reflejaba la satisfacción por haber salido todo muy bien y de contribuir a recuperar una tradición que durante muchos años se había perdido.