Moraleja/ Corrales/Morales del Vino.- «Mira los mozos, míralos bien, casarse quieren, no saben con quién». Bailando la Jota de Moraleja, decenas de águedas de este pueblo comenzaban ayer la tradicional pedida de la miaja que siempre realizan la víspera de l 5 de febrero, cuando se conmemora a la virgen y mártir que nació en Catania (Sicilia) en el año 230. Hoy, a partir de las doce y media, tendrá lugar la misa y la procesión, además del cambio de varas que las mayordomas de este año entregarán a las siguientes seis compañeras. «Normalmente suelen ser voluntarias». Lució el sol y lucieron guapas y engalanadas para la ocasión centenares de mujeres de la comarca del Vino que al igual que las de Moraleja honraban ayer a su patrona. «Que Dios te conserve las tetas», era uno de los deseos que las pícaras águedas regalaban a todos aquellos que aportaban su miaja, recordando el martirio de la italiana a manos del gobernador Quinciano, tras verse rechazado en su persecución amorosa. Mandiles, manteos y rodaos rojos, verdes, amarillos y negros, camisas y pañuelos de Manila se movían sin cesar al ritmo de las maniquís que no paraban de bailar las piezas que las charangas populares tocaban a lo largo de todo el día. Los vistosos pasacalles animaban al personal a sumarse a la fiesta sobre todo a partir del mediodía cuando el frío amainaba y comenzaba a brillar el sol, dando más vistosidad si cabe al evento.

En Corrales del Vino la cita de las aguederas era preceptiva. «A la una hemos estado en misa y ahora, a bailar y comer hasta por la tarde, que es la procesión». Hoy, en el teatro de la localidad la costumbre es tomarse una chocolatada, abierta a todo el pueblo y no solo a las águedas. El grupo de Corrales es el más numeroso de toda la comarca, ya que cuenta aproximadamente con 110 asociadas que se han ido sumando desde el año 1992 y, sin duda, es una de las formaciones que mejor han sabido entender la evolución de esta fiesta. «Esta asociación cultural está abierta a todas las mujeres, sean casadas, solteras, separadas, parejas de hecho o viudas». Es en esta localidad, ninguna ostenta el cargo ni de mayordoma ni abadesa. «Aquí todas somos iguales y no es típica la pedida de la miaja, porque con los 32 euros de cuota nos llega y nos sobra para la celebración».

En Morales del Vino la fiesta comenzaba a las doce del mediodía con la procesión y la misa. Fue al final de la homilía cuando tres nuevas mujeres tomaban el testigo para representar a la cofradía en el próximo 2007. En este pueblo existe abadesa y dos mayordomas que se encargan del convite y de la organización de la fiesta que se celebra anualmente el 5 de febrero.