Angela Escribano es desde ayer la nueva alcaldesa del PP de Fuentelapeña, gracias al apoyo de los tres concejales de Unión Centrista Liberal y con el voto en contra de los representantes de UPL y Zamora Unida y la abstención del PSOE. Escribano se convierte así en la primera mujer que accede a la Alcaldía de Fuentelapeña y proporciona también a su partido el sillón municipal de la localidad por primera vez en la historia.

La única representante del PP en Fuentelapeña obtuvo el bastón de mando pasadas las 12.20 horas de ayer, tras una sesión tensa en la que los vecinos, que llenaban el pequeño salón de plenos, criticaron duramente a los concejales, aún a sabiendas de que la normativa no les permitía intervenir en el Pleno.

La sesión comenzaba puntualmente a las 12 de la mañana, cuando el secretario municipal daba lectura a la legislación relativa a las mociones de censura. Inmediatamente se constituía la mesa, que presidía el miembro de más edad, a excepción del alcalde y de la candidata, por lo que fue el centrista César Polo quien a partir de entonces se encargó de orientar la sesión. Después de proporcionar la palabra a los portavoces de los distintos grupos políticos y de explicar estos su postura, los ediles procedieron a votar. El resultado fue de cuatro votos a favor de la moción de censura - los de la concejal del PP y de los tres representantes de Unión Centrista Liberal-, dos en contra -del edil de UPL y del ya ex regidor de ZU-, y la abstención del único concejal del PSOE.

Alrededor de las 12.20 horas César Polo entregaba el bastón de mando a Angela Escribano en medio de la algarabía de sus partidarios y de las increpaciones de los detractores. González Nieto, Pigazos y Maldonado abandonaron entonces la sesión precipitadamente.

Un hombre, "invitado"

El ambiente en Fuentelapeña se había ido caldeando durante los últimos días y a ello había contribuido también la convocatoria del Pleno en el que se debía debatir la moción de censura, su posterior desconvocatoria y la marcha atrás, convocando la sesión por segunda vez. Eso, las concentraciones de vecinos frente a la Plaza Mayor y la colocación de pancartas con leyendas alusivas al pacto UCL-PP, hacían prever que el Pleno de ayer sería una sesión tensa.

Para evitar posibles altercados, en las proximidades de la Casa Consistorial se desplegaba una intensa pero discreta vigilancia, que incluso hubiese pasado desapercibida de no ser por la intervención en el Pleno de dos fuentelapeñinos, empeñados en hacer oir su voz increpando a César Polo y a la nueva regidora.

Fue poco después de iniciada la sesión, cuando el secretario advertía de la imposibilidad de intervención por parte del público asistente, cuando un hombre le interrumpía tratando de hacer oir su opinión, claramente contraria al pacto que ayer arrebataba al Alcaldía al representante de Zamora Unida. Manuel Mollón, al que se sumó después Miguel González Nieto, hermano del ya ex regidor, fue entonces requerido por Polo para abandonar la sala, e incluso requirió la presencia de los policías municipales, a los que instó a solicitar la intervención de la Guardia Civil para desalojar al vecino de la sala.

Aunque abandonaba el salón minutos después, tras increpar largamente a los que instantes después serían miembros del equipo de gobierno, Mollón regresaba de inmediato, burlando la vigilancia de los municipales, para continuar recriminando la actitud de los miembros de PP y UCL. Quince minutos después, los "díscolos" aceptaban la "invitación" de la Guardia Civil para abandonar definitivamente la sala y aguardaban en el exterior el final del Pleno. Para Mollón era la segunda vez que intervenía de ese modo en un Pleno. Años atrás Polo había requerido también la presencia de la Guardia Civil, que lo trasladó detenido a Zamora.

a abandonar la sala tras increpar a Polo y a la nueva regidora

La regidora de Fuentelapeña promete trabajo, honradez y transparencia en su mandato

El debate de la moción de censura de Fuentelapeña fue breve pero tenso. Las intervenciones de los representantes de los cuatro grupos políticos que conforman la Corporación estuvieron continuamente interrumpidas por las intervenciones del público, que criticaba con vehemencia la situación a la que los munícipes han acabado llevando al Ayuntamiento.

La primera en intervenir fue Angela Escribano, que manifestaba haber suscrito la moción «por la ingobernabilidad del municipio. Desde hace meses el Ayuntamiento está gobernado únicamente por dos personas y no sé hasta qué punto eso es legal». Tras aludir a las decisiones tomadas en los últimos meses por el hasta entonces regidor de ZU, Juan José González Nieto, y el concejal de UPL, Luis Miguel Francisco Pigazos, Escribano concluyó prometiendo trabajar «por y para el municipio, con honradez y transparencia y para eso necesitamos la ayuda de nuestros vecinos».

El socialista Pedro Maldonado, que se abstendría en la votación, como había anunciado, realizaba una intervención breve y clara y afirmaba que «flaco favor le hacemos a este pueblo, que es la verguenza de toda la provincia. Debíamos presentar todos la dimisión, y cuando digo todos me incluyo, y que se hiciese cargo de la gestión de este Ayuntamiento el órgano competente. Esto ha llegado a un punto insostenible y, por el bien del pueblo, debíamos irnos todos para ver si así se sanea».

El que ha sido alcalde de Fuentelapeña durante el último año, Juan José González Nieto, no lograba ocultar su rabia por haber sido apeado del sillón municipal y comenzaba su intervención negando las acusaciones de ingobernabilidad. «Antes de que yo llegase aquí ha habido amplia mayoría y esto no ha funcionado. Dicen que hemos gobernado en minoría, pero esto ha empezado a funcionar. Si no funciona ahora es porque se han dedicado a defender intereses personales y no a trabajar por el pueblo, que es lo que va a ocurrir ahora también. Me buscaron debajo de las piedras para ser alcalde y luego me han ido dejando solo -apuntó en alusión a los ediles de PP y PSOE, que formaron parte en su día del equipo de gobierno-. Yo lo único que he hecho ha sido trabajar por el pueblo».

El leonesista Pigazos rechazó también las acusaciones de ingobernabilidad argumentando que «el año pasado tuvimos trabajadores del PER sin que tuviesen que salir de Fuentelapeña, con la Seguridad Social estamos al día, con Hacienda también al día, nos han concedido la segunda fase del depósito de agua, un Centro de Día, los trabajadores municipales también están cobrando, que cuando nosotros llegamos llevaban varios meses sin cobrar. Es cierto que últimamente hemos llevado el Ayuntamiento dos solos, pero Polo lo hizo años atrás también solo y él decía que lo llevaba bien. Aquí no hay más que intereses políticos. Jamás pensé que Angela se uniese a César Polo, después de todo lo que ha pasado entre ellos, pero veo que no hay seriedad ninguna». Pigazos anunció que presentará su dimisión pasadas las fiestas patronales de San Roque y confluyó aventurando que «hoy asistimos a un matrimonio político pero en dos meses habrá un divorcio».

Entre el público se encontraba Angel Calleja, ex alcalde centrista que abandonó el Consistorio poco después de encargar una auditoría para conocer el estado de las cuentas municipales tras las elecciones que acabaron dejando al entonces socialista César Polo a un paso de ocupar el sillón municipal. Sentado en una discreta última fila, Calleja alzó su voz en los minutos finales del Pleno para manifestar la que parecía opinión general, sostenida por partidarios y detractores de uno y otro bando. «Es una verguenza que ocurra esto en Fuentelapeña y a pocos días de las fiestas. Somos la verguenza de toda la provincia. Que se posponga para después de las fiestas. Que se posponga. Esto es vergonzoso. Dejar que pasemos las fiestas tranquilos», argumentaba.

La sesión acabó instantes después tras proclamarse alcaldesa la popular Angela Escribano. Queda pendiente aún por resolver el recurso interpuesto por el anterior equipo de gobierno y que podría dejar sin efecto la moción y, por tanto, el nombramiento de la nueva regidora.