Marqués de Tábara: «Ya habéis oído, vasallos míos, las condiciones con las cuales vais a ocupar mis terrenos en el lugar denominado Sesnández. Espero que cumpláis con las obligaciones que figuran en el documento y que no me veré obligado en ninguna ocasión a utilizar la fuerza. Debéis saber que si preciso fuere no dudaría en emplear la fuerza para que mis derechos no fuesen conculcados. Poblad este lugar yermo al que tanto estimo, por la espesura de sus montes, por sus extensas y verdes praderas, por sus abundantes aguas manantes y frescas, por la abundancia de su caza mayor y menor. Estoy deseoso de contemplar el careo de vuestros ganados y cabriadas por estos riscos de la Sierra de La Culebra»»

Martín Boya y otros: «Lo mismo yo que mis compañeros estamos de acuerdo con lo leído. Esperamos de su noble proceder que no abuse de su poder en contra nuestra, que sólo buscamos en sus tierras el sustento para nosotros y los nuestros con toda la honradez del mundo que somos capaces según nuestra humilde condición. Señor, acatamos sus condiciones y prometemos cumplir lo que a nosotros corresponda».