El presidente de la Fundación Oso Pardo (FOP), Guillermo Palomero, ha alertado hoy del peligro que supone para el plantígrado en peligro de extinción el aumento de casos de envenenamientos en la Cordillera Cantábrica, que la mayoría de las veces están vinculados al lobo, pero que daña a esta especie.

Palomero se ha referido a esta práctica, que es grave y "va en aumento poco a poco", hasta el punto de que la considera un problema mayor que el de los cazadores furtivos.

En la última década, se han hallado muertos por envenenamiento en la Cordillera Cantábrica un total de siete osos, tres en Asturias, uno en Lugo y otros tres en Palencia, si bien se cree que pueden haberse producido más.

Precisamente, el envenenamiento es una de las hipótesis que se barajan sobre la muerte de un oso pardo, cuyos restos han aparecido la semana pasada en la zona palentina de Picos de Europa.

A falta de conocer resultado de los análisis toxicológicos que se le han practicado al animal, se piensa que este oso no ha fallecido por una acción violenta, sino de muerte natural o envenenado.

Esta primera hipótesis se desprende de la necropsia que se le ha practicado al oso, en cuyos restos no se han encontrado restos de proyectil.

El oso fue hallado decapitado, una circunstancia que ha atribuido bien a la acción de un ave carroñera o por la acción humana, pero ya después de muerto.

"Haya sido envenenado o no, lo que está claro es que éste es un problema", ha señalado.

Sobre el furtivismo, ha opinado que "no lo tiene tan claro", en el sentido de que abunde esta práctica, si bien ha opinado que hay un mayor problema con este asunto en la zona occidental que en la oriental de la Cordillera.

En relación al censo de osos en la Cordillera Cantábrica, ha explicado que se está elaborando el del 2008 y se prevé que se den los datos definitivos en junio.

Ha recordado que en 2007 se produjo un récord de osas halladas con crías, un total de dieciocho en la zona occidental y tres en la oriental.

En el 2008, a falta de tener los datos, hay "dudas de que se superen" los datos del año anterior, si bien se espera que al menos se mantengan.

La Fundación Oso Pardo se constituyó en Oviedo en 1992, por iniciativa de un "grupo de amigos", que decidieron establecer su sede en Santander.

Desde entonces hasta ahora, la población de osos se ha duplicado, y en la actualidad hay unos "100 ó 130" -es difícil conocer el número exacto-, si bien la asignatura pendiente es que se unan las dos que existen poblaciones existentes, con el fin de solucionar el problema genético y de reproducción que existe en la zona oriental.

EFE