De acuerdo con Zhang Hemin, director de la reserva de Wolong, que sufrió daños en el terremoto de 8 grados, muchas de las plantas de bambú de las que se alimenta el oso panda quedaron enteradas por el seísmo, lo que ahora dificulta las labores de estos animales para tomar las energías que necesitan para reproducirse.

Los osos suelen viajar entre marzo y julio a zonas montañosas más altas de aquellas en las que viven el resto del año para reproducirse, pero la falta de alimento podría variar esta tendencia.

"Tememos que la tasa de nacimientos descenderá este año", reconoció Zhang, citado por la agencia Xinhua.

Se han llevado a cabo trabajos de plantación de bambú en la zona, pero hacen falta unos cinco años para que las plantas puedan servir de alimento a los pandas.

El terremoto de Sichuan, que causó la muerte de cerca de 90.000 personas, también produjo daños en el patrimonio cultural y natural de la zona, donde un panda murió y otro resultó herido por el fuerte seísmo.

Tras la catástrofe se comenzó la construcción de una nueva reserva de investigación y protección de los osos panda, animal en peligro de extinción del que quedan unos 1.300 individuos en libertad.

La pérdida del hábitat de los pandas, especialmente en las últimas décadas, ha producido endogamia y con ello problemas reproductivos para este plantígrado, por lo que el nacimiento de nuevos osos panda cada año es una tarea prioritaria para los expertos.