En la última década se han logrado avances espectaculares en el tratamiento de la disfunción sexual masculina, como atestiguan los numerosos fármacos que han llegado al mercado, entre ellos Viagra, que revolucionó la forma con la que tratar la impotencia.

En general, este tipo de compuestos se produjeron originalmente para tratar la hipertensión arterial, pero pronto los investigadores se dieron cuenta de que actúan dilatando los vasos sanguíneos y ayudando a la irrigación de los tejidos, y específicamente en la erección del pene.

Pero hasta hace poco tiempo se había hecho escasa investigación del efecto de estos compuestos en las mujeres.

Los investigadores de Georgia, que presentarán oficialmente su estudio en la 112 Reunión Anual de la Sociedad Fisiológica de EEUU, en Nueva Orleans (Louisiana), exploraron la posibilidad de que esos medicamentos pudiesen tratar la disfunción sexual femenina.

Según los investigadores, aproximadamente el 43 por ciento de las mujeres presentan algunos de los síntomas de esta disfunción sexual, entre los cuales se incluyen la inhibición del deseo sexual, la incapacidad para excitarse, la falta de orgasmo, y la incomodidad o incluso dolores durante el coito.

"Los trastornos sexuales femeninos son un problema complejo y de niveles múltiples", señala el estudio. "El equipo emprendió un nuevo enfoque en el laboratorio para comprender cómo y por qué ocurren esos trastornos, en general, y el impacto de los vasos sanguíneos, en particular".

Las conclusiones indican que los mismos medicamentos que ayudan a los hombres con problemas de erección podrían, algún día, aliviar algunas formas de la disfunción sexual femenina.

El equipo investigador lo encabezó Kyan J. Allahdadi e incluyó a Rita C. Tostes, y Clinton Webb, todos del Colegio Médico de Georgia.

Para su experimento los investigadores usaron un modelo animal y compararon los efectos de tres medicamentos que se usan para la disfunción eréctil y que se venden con las marcas comerciales de Viagra, Cialis y Levitra.

También probaron el uso de Viagra en las arterias que suministran sangre a los órganos genitales de ratas macho y hembra. En los humanos esas vías sanguíneas son las que suministran sangre al pene en el hombre, y a la vagina y el clítoris en la mujer.

La investigación mostró que todos los compuestos relajaban las arterias pudendas, es decir que facilitan el suministro de sangre.

"Los compuestos podrían ser beneficiosos en el tratamiento de la disfunción sexual femenina causada por un inadecuado suministro de sangre por las arterias pudendas internas", señaló Allahdadi.