Para ello se ha puesto en marcha un proyecto, cuya primera parte se concluirá en 2010, dotado con 500 millones de dólares que reducirá en el 38 por ciento el consumo energético de este famoso edificio, que ya tiene 77 años, y desde el que se contempla una de las mejores vistas de la ciudad.

Así lo anunció hoy el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, y el ex presidente de EE.UU. Bill Clinton, quien a través de la iniciativa que lleva su nombre señaló que una vez más el Empire State lidera un proyecto que busca reducir sus emisiones contaminantes y ahorrar en electricidad.

Clinton consideró el proyecto como una "magnífica oportunidad" de contribuir a la lucha contra el cambio climático en estos difíciles momentos para la economía, ya que con esa remodelación ecológica "se ahorra dinero y energía".

El ex presidente recordó que éste, como otros proyectos, forman parte de la iniciativa que lleva su nombre y que se desarrolla en 40 de las mayores ciudades del mundo en favor del medio ambiente.

"Con estos innovadores proyectos, además de proteger al planeta, se reactiva la economía", señaló Clinton.

El simbólico edificio neoyorquino vuelve así a atraer tantas atenciones como cuando al construirse fue el rascacielos más alto del mundo.

"Las emisiones contaminantes de los edificios comerciales y residenciales de las ciudades son muy grandes, y en el caso de Nueva York, llegan hasta el 70 por ciento", indicó el representante de la empresa propietaria del Empire, Anthony Malkin.

Agregó que aunque ahora la mayoría de los nuevos edificios "se construyen como respetuosos con el medio ambiente, la clave para lograr progresos sustanciales está en reducir los costes energéticos y de emisiones contaminantes de los que ya están construidos".

Para lograr el objetivo de esta obra de remodelación, que dio sus primeros pasos en 2008, se está reciclando todo el material que se elimina del edificio y se utilizan materiales de limpieza y de control de plagas que son ecológicos.

Malkin destacó que esta iniciativa está permitiendo la creación de puestos de trabajo en un momento de crisis en la ciudad.

Los cálculos realizados por los propietarios cifran en 4,4 millones de dólares el ahorro anual en energía.

La remodelación del edificio, que tiene 102 pisos y se construyó en 1931, afecta a sus sistemas eléctrico y de ventilación, así como a los espacios en alquiler, pero además se instalarán sus 6.500 ventanas con aislamiento para el frío y el calor y del sistema de calefacción.

En la puesta en marcha del programa participan, además de la Iniciativa Clinton sobre el Cambio Climático, otras organizaciones como el Rocky Mountain Institute (RMI) y empresas como Johnson Controls y Jones Lang LaSalle.