Los geoquímicos de las universidades de Manchester, Edimburgo (Reino Unido) y Toronto (Canadá) llegaron a esta conclusión tras estudiar por primera vez antiguos yacimientos de gas en Norteamérica, China y Europa, que almacenan grandes cantidades de CO2 natural desde hace millones de años.

"El agua subterránea es el principal sumidero de carbono en estos yacimientos de gas y lo ha sido durante millones de años", afirman en un estudio que se publica hoy en la revista "Nature".

Aunque investigaciones anteriores basadas en modelos hechos por ordenador ya habían avanzado esta teoría, nunca se había comprobado in situ, declaró a Efe el profesor Chris Ballentine de la Universidad de Manchester.

"El estudio de estos yacimientos de entre miles y millones de años nos permite ver lo que ocurriría si inyectáramos CO2 en estos lugares", explicó.

El científico calificó el hallazgo como "un avance importante en términos de seguridad" en el almacenamiento de CO2.

La captura y almacenamiento a largo plazo de carbono es una de las alternativas existentes para reducir los niveles crecientes de este gas en la atmósfera, pero el riesgo de una fuga es un motivo de preocupación.

"Hemos demostrado que hay que elegir el lugar donde se va a almacenar el CO2 con cuidado", señaló Ballentine, quien afirmó que los sistemas acuíferos más antiguos, de mayor salinidad, son los que mejor retienen el dióxido de carbono.

Cuando el CO2 sube a la superficie, "es como champán", afirmó el científico y puso como ejemplo los géiseres.

Según el Dr. Stuart Gilfillan, de la universidad de Edimburgo, otro de los autores del estudio, los mejores lugares para almacenar CO2 de manera segura son los antiguos yacimientos de gas natural y petróleo, por la capacidad demostrada durante milenios de albergar gas.

"Nuestro estudio demuestra que el CO2 se ha almacenado de forma segura en una serie de reservorios alrededor del mundo durante entre 10.000 y 40 millones de años y esto indica que si se inyecta el CO2 en el lugar adecuado permanecerá allí durante mucho tiempo", declaró a Efe.

La captura y almacenamiento de CO2 consiste en separar este gas de fuentes industriales y energéticas antes de que llegue a la atmósfera, transportarlo mediante un gasoducto o por barco y aislarlo a largo plazo.

Aunque es una de las opciones firmes para proteger el medioambiente de estos gases de efecto invernadero, se trata aún de un proceso caro y que se utiliza de momento a pequeña escala.