El esqueleto fósil de una nueva especie, denominado "Montealtosuchus arrudacamposi" y del que se recuperó un 80 por ciento, fue encontrado en el municipio de Monte Alto, en el interior del estado de Sao Paulo, e investigado por el Museo de Paleontología y la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ).

La reconstrucción del animal realizada por los investigadores muestra que se trataba de una especie terrestre y veloz, con piernas largas y que media un metro y medio de largo aproximadamente y de unos 40 kilos.

El estudioso Felipe Vasconcellos indicó que este hallazgo pone en entre dicho las actuales teorías que sitúan el origen del cocodrilo en el hemisferio norte.

En esa parte del planeta, afirmó, todavía no se ha encontrado ninguna especie intermedia que pueda ser considerada el eslabón que falta en la cadena de la evolución.

La nueva especie muestra la conexión entre los cocodrilos de la época prehistórica y los de la actualidad porque tiene características morfológicas intermedias, que se relacionan con ambas formas, indicaron los investigadores.

Entre estas características intermedias destaca la posición intermedia de las fosas nasales, al contrario que los cocodrilos actuales que las tienen al final del cráneo, o que las de los ejemplares de la época de los dinosaurios, que las tenían hacia delante.

"Es una especie rara e importante científicamente," dijo el paleontólogo Souza Carvalho sobre el hallazgo, ya que muestra que en la época, hace centenas de millones de años, "estaban ocurriendo novedades evolutivas que llevarían a la fauna actual como la conocemos."

El "Montealtosuchus arrudacamposi" era un depredador que se alimentaba principalmente de animales en descomposición y vivía en territorios cuyo clima, seco y caluroso, sufría largas sequías aliviadas por lluvias dispersas y torrenciales, según los científicos.