Las bacterias probióticas son bacterias benignas que supuestamente frenan el crecimiento de las bacterias nocivas en el intestino, lo que tendría un efecto positivo en la inflamación del páncreas, explicó el hospital.

Los científicos esperaban que esos agentes tuviesen un efecto positivo sobre la enfermedad, como había ocurrido en investigaciones basadas en muestras poco numerosas de pacientes.

Un investigador del UMC, Marc Bessenlink, explicó en rueda de prensa que la probiótica se había probado, con resultados positivos, en estudios de "entre 40 y 60 pacientes que probablemente no habían estado tanto tiempo enfermos como los participantes en esta investigación".

Besselink, que es uno de los médicos que ha realizado el estudio, añadió que la probiótica solamente ha tenido efectos negativos "en aquellos pacientes que ya directamente después de la enfermedad fueron empeorando".

En la investigación participaron un total de 296 enfermos con infección de páncreas, los cuales fueron tratados en 15 hospitales de Holanda y a los que se le suministraba, mediante una sonda intestinal, probiótica elaborada específicamente para el estudio por la empresa holandesa Winclove.

Los médicos especificaron además que los pacientes no fallecieron por infecciones causadas por las bacterias probióticas suministradas, por lo que se estudia la causa exacta de las muertes.

Del grupo de pacientes a los que no se les trató con probiótica, fallecieron nueve enfermos.

En Holanda mueren anualmente 3.000 pacientes de pancreatitis aguda.