Según los datos provisionales a 31 de diciembre del Ministerio de Medio Ambiente, la superficie forestal quemada el pasado año supuso un 39 por ciento menos de la media de los últimos diez años (133.013 hectáreas).

Además, el número de grandes incendios (cuando la superficie quemada es superior a las 500 hectáreas) registrados en 2007 disminuyó sensiblemente respecto al año anterior (13 frente a 58), y también a la media de la última década, que fueron 30.

El porcentaje de superficie afectada por el fuego en 2007 -un 0,317% del territorio nacional- es también inferior a la del año anterior (0,601%) y a la media de los últimos diez años (0,514%).

Los peores años de la década desde 1997 fueron 2005 (188.697 hectáreas) y 2000 (188.585 hectáreas), y el mejor fue 1999, en el que la superficie quemada (82.217 hectáreas) fue similar a la del pasado año.

De las 82.027 has. arrasadas en 2007, 35.391 has. correspondieron a matorral y monte abierto y 33.068 a superficie arbolada (vegetación leñosa), y 13.567 a pastos y dehesas (vegetación herbácea).

El número total de siniestros ascendió a 10.917 frente a los 16.334 de 2006 y los 20.844 de media de la última década, y de ellos, 7.771 fueron conatos (afectaron a menos de una hectárea) y 3.146 incendios (más de una hectárea).

En cuanto a la distribución geográfica, la mayor parte de los incendios forestales se registraron en el noroeste peninsular (comprende las comunidades de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y las provincias de León y Zamora), en concreto un 48,14 por ciento del total.

Un 18,38% de los siniestros se localizaron en el Mediterráneo (comunidades autónomas costeas con ese mar, incluyendo sus provincias interiores), un 31,91% en las comunidades interiores (comprende las provincias del resto de comunidades no costeras, excepto León y Salamanca) y un 1,57% en el archipiélago canario.